La decisión, según el diario británico, se enmarca en el plan de Adele de comenzar una “nueva vida” en los Estados Unidos, en la que su hijo, de tres años, pasará por delante de su carrera musical.
“Angelo es la prioridad número uno para Adele. Es lo más importante de su vida. Le ha llevado con ella a todas partes mientras ha estado de gira, pero va a empezar el colegio el próximo año y ya no va a poder seguirla más”, explicó al tabloide una fuente cercana a la cantante.
“Ahora mismo, está diciendo que no hará otra enorme gira mundial como la que está haciendo durante los próximos diez años”, añade esa fuente.
En su último álbum, Adele mostró precisamente su devoción por su hijo en uno de los temas, Sweetest Devotion (La devoción más dulce).
La artista británica publicó su primer trabajo en 2008 (19) y el segundo en 2011 (21), con el que vendió 25 millones de copias a nivel mundial y que permaneció durante dos años consecutivos como el disco más vendido.
Durante su carrera ha protagonizado diversos parones, como los cuatro años apartada de los escenarios que pasó antes de anunciar su presente gira, en noviembre de 2015.
Según The Sun, Adele no se plantea alejarse por completo de los focos durante la próxima década y está considerando aceptar una oferta para actuar de forma regular en Las Vegas.
El pasado fin de semana, Adele reconoció en una charla con admiradores el malestar que le provocan las largas giras.
“No sé cuántos de vosotros sabéis esto, pero realmente no me considero una artista de giras. Nunca he tolerado demasiado bien los ‘tours’, soy bastante hogareña”, explicó la cantante, según recoge el diario británico.