Revista D
Celebra la vida a los niños
Lleva constantemente alegría a los infantes de una casa hogar, celebrando sus cumpleaños.
Ha sido constante en los últimos cincos años organizando piñatas y celebraciones. (Foto Prensa Libre: José Luis Escobar).
Hace unos cinco años, Guadalupe Figueroa acompañó a una amiga a una casa hogar, para apoyarla en la investigación de su proyecto de tesis. Creyó que sería algo que demoraría un par de horas pero al llegar tuvo una experiencia que la ha unido a los niños del Hogar Madre Ana Vitiello, en Sumpango, Sacatepéquez.
Figueroa conoció en esa ocasión a Angélica, una niña que la conquistó con su encantadora manera de ser, y a quien apadrinó posteriormente. El cumpleaños de la pequeña estaba próximo y quiso celebrárselo. “Hablé con mi amiga porque el ahijado de ella también cumpliría años. Pedimos permiso a las monjitas que administran el lugar para organizar una piñata y nos percatamos que había más cumpleañeros. Hubiera sido desalentador para ellos no ser parte de la celebración, por lo que optamos por festejar a todos los del mes”, indica.
De esa manera se convirtió en una de las visitas más esperadas de los pequeños. “Procuramos ir cada mes, o lo sumo cada dos meses. Cuando las personas que me apoyan notan que ha pasado mucho tiempo comienzan a preguntar cuándo será la visita. Eso me motiva para coordinar la actividad. Por lo general envío la información por correo electrónico, a veces la publico en mi cuenta de Facebook así como en un perfil propio para este proyecto, que se llama Celebra la vida”.
Los familiares y amigos de Figueroa preparan la merienda. Y muchas personas más le ayudan a conseguir los obsequios. “Divulgo la información y luego coordino la manera de recoger los regalos. Otros aportan en efectivo y hay quienes llegan con sus familiares a servir los alimentos. También participa Balín Balín, un payasito ya conocido por los niños”.
Figueroa recibió la noticia de que será madre, por primera vez. “Hay quienes me han preguntado si mi maternidad marcará el final del proyecto. No puedo parar porque, aunque uno solo entrega algo material, los niños son realmente los que más dan. La mayoría convive con el virus del VIH y por ello cada día que estén con nosotros es un motivo para celebrar”.