El mandatario colombiano entregó el documento a la Presidencia del Consejo de Seguridad, en presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien confirmó que el próximo lunes estará en Cartagena de Indias para la firma del acuerdo de paz.
Entre aplausos, el presidente entregó a continuación una carpeta al presidente del Consejo de Seguridad, el primer ministro de Nueva Zelanda John Key, con los detalles del acuerdo.
“Aquí está el resultado de este trabajo en el que todos han ayudado, y que es una contribución a la paz del mundo”, afirmó Santos en la ceremonia, previa a una sesión del Consejo de Seguridad para analizar la situación en Oriente Medio.
El gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc sellaron en agosto un acuerdo que pone fin a un conflicto armado de más de medio siglo y que será ratificado o rechazado en referendo el 2 de octubre.
El martes, el jefe de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente estadounidense, Barack Obama, entre otros, saludaron la paz en Colombia.
Ese y el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos fueron algunos de los pocos momentos positivos evocados en medio de llamados a solucionar la crisis migratoria mundial y a poner fin a los conflictos en Siria y en la región israelo-palestina.
Este miércoles, paralelamente a la sesión plenaria, los representantes de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se reunirán para discutir el proceso de paz en Colombia y la forma de poner coto a la violencia en Siria.
Ban, quien abandonará el cargo dentro de tres meses, dio su último discurso en el escenario de las Naciones Unidas el martes pidiendo el fin de la guerra que en cinco años ya dejó 300 mil muertos y ha llevado a cuatro millones de sirios al exilio.
“En este salón hoy hay representantes de gobiernos que han pasado por alto, facilitado, financiado o participado en atrocidades perpetradas por todas las partes de Siria contra civiles sirios”, dijo Ban.
Siria volvió a ser escenario de combates y bombardeos esta semana a pesar de los esfuerzos diplomáticos y al cabo de una endeble tregua que duró apenas unos días.