La investigación, divulgada en la revista JAMA Internal Medicine, halló que la náusea y el vómito que experimentan las mujeres durante el embarazo y que generalmente desaparecen alrededor del cuarto mes de gestación, protegen al feto contra las toxinas y patógenos en los alimentos y bebidas.
“Nuestro estudio evalúa los síntomas desde las primeras semanas de embarazo, inmediatamente después de la concepción, y confirma que existe una asociación protectora entre la náusea y el vómito y un menor riesgo de pérdida del embarazo” , agregó la experta.
El 57.3 por ciento de las mujeres indicó sentir náusea y el 26.6 por ciento informó experimentar náusea con vómito y de acuerdo con los investigadores las mujeres que experimentaron estos síntomas tuvieron entre 50 y 75 por ciento menos probabilidades de tener una pérdida del embarazo, en comparación con aquellas que no tuvieron ni náuseas ni náuseas acompañadas con vómito.
De un total de 797 mujeres que tuvieron pruebas de embarazo positivas, 188 de estos embarazos terminaron en pérdidas.
Los investigadores analizaron datos de mujeres que tuvieron una prueba de embarazo positiva y llevaron registros diarios sobre si tuvieron náusea y vómito de la segunda a la octava semana de su embarazo.