Tema sobre los hijos
En el transcurso del tiempo he conocido tanto de la vida y sus problemas. En este caso el de las madres que no aceptan como un hecho normal y humano que sus hijos —especialmente varones— tengan que irse a su tiempo de su hogar para hacer crecer su propia vida.
Considero que esta es una actitud egoísta e insensata, porque acaso estas madres no tuvieron que dejar ellas también a sus padres para formar su propia familia.
La verdad es que es un tema que no debería ni discutirse, pero resulta beneficioso hablar de estos casos y cabe opinar sobre ellos. Por ejemplo, en el caso de una madre viuda que ha quedado sola y me escribe angustiada porque sus hijos se fueron.
Ellos se casaron y dejaron su casa para formar su hogar y hacer su propia familia. Pero ella se resiste a quedarse sin ellos y no se le parece la idea de que sus hijos se hayan ido. Ella tampoco acepta que esta es la ley de la vida desde el inicio de la humanidad y los tiempos bíblicos se dice: Dejarán a su padre y a su madre.
No hay otro consejo para estas madres que cambiar de actitud, porque de no hacerlo las más damnificadas son ellas. De hecho, esta madre ha entrado en depresión por la soledad que la rodea ¿pero no tiene acaso otras razones para vivir? Todo tiene su tiempo y cuando los hijos se van es porque han cerrado una etapa de su vida y entran a formar la suya propia.
Si una madre, como en este caso, es independiente económicamente, lo más sensato es que busque nuevos intereses. Hay tantas cosas que le quedan por hacer y si se tiene una buena actitud la vida ofrece tanto. ¿Cómo? Pues aprender nuevas cosas, inspirándose a servir, cultivarse a sí misma y si es espiritual —que es tan importante— buscar grupos cristianos que comparten su amor a Dios.
En estos tiempos no hay lugar para sentirse sola y aislada. Se presentan tantas oportunidades para realizarse en lo personal, en lo social, en lo cultural y en lo espiritual. Lo que queda prohibido es caer en un ambiente de soledad, de dependencia, de egoísmo y frustración, porque esto sí destruye los valores personales y deprime la vida, hasta caer en depresión.
En verdad que solo con sabiduría, y mejor si es la que viene de Dios, se pueden manejar de buena manera tantos problemas que son parte de la vida. Porque, quién no tiene problemas. La diferencia está en que hay quienes saben manejarlos positivamente y los resuelven con actitudes buenas y con sabiduría.
Termino con esta súplica por los hijos: Señor, dame sabiduría para que mis actos no los perjudiquen, amor para acompañarlos en su camino, fe para alentarlos y valor para aceptar lo que elijan. (Anónimo).
rina.montalvo@