“No hay más tiempo que perder”, agregó Vivanco en una rueda de prensa en Washington, al presentar un informe de Human Rights Watch que detalla un agravamiento en la escasez de medicinas y alimentos y una arremetida del gobierno contra quienes la denuncian.
Para Vivanco, “la única opción viable es a la brevedad posible convocar a una reunión en la OEA de los Estados miembros, bajo el liderazgo de su actual secretario general, Luis Almagro, y dentro del marco de la carta democrática para tomar medidas concretas y drásticas”.
Venezuela atraviesa una severa crisis económica agravada por el desplome de los precios del crudo.
Los venezolanos sufren una elevada inflación y aguda escasez de más del 80% en alimentos y medicinas -según la firma privada local Datanálisis-, que provoca largas filas en los expendios de comida y agrava las fallas en la atención hospitalaria.
Almagro y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, han declarado una “crisis humanitaria”, pero el gobierno del presidente Nicolás Maduro niega ese calificativo al denunciar que los problemas son producto de una “guerra económica” respaldada por la oposición y gobiernos extranjeros.
De acuerdo con la organización, la ayuda para que permita ayuda internacional que alivie lo que considera una “crisis humanitaria”.
“El Gobierno venezolano ha parecido más rotundo en negar la existencia de una crisis humanitaria que en trabajar para resolverla”, enfatizó Vivanco.
A su juicio, eso “ha contribuido al sufrimiento de muchos venezolanos que ahora luchan cada día para obtener acceso a una atención sanitaria básica y nutrición adecuada”.
Para elaborar el informe, en el que denuncia la “grave escasez” de medicinas y alimentos en Venezuela, así como la respuesta “inadecuada y represiva” del Gobierno, la organización de derechos humanos entrevistó en junio pasado a más de 100 personas en Caracas, la capital, y seis estados venezolanos.
Los investigadores entrevistaron a profesionales del sector sanitario, pacientes con distintas enfermedades, personas que hacían fila en supermercados para comprar, defensores de derechos humanos y exdetenidos por protestar contra la escasez, y visitaron ocho hospitales públicos, un centro de salud y una fundación que da atención médica.
Según Vivanco, sin una “fuerte presión internacional”, las “dramáticas consecuencias de la crisis humanitaria que Venezuela está enfrentando solo pueden empeorar”.
Por ello, en su informe de 67 páginas, HRW considera necesario que los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) mantengan “una supervisión estrecha y continua” de la situación, hasta que el Gobierno de Maduro “muestre resultados” en el manejo de la “crisis humanitaria y política”.
Enviado del Papa se reunió con gobierno y oposición para diálogo
Un enviado del Papa Francisco se reunió por separado con delegados de la oposición y del gobierno venezolano para explorar la posibilidad de un diálogo que ayude a superar la grave crisis política, informó este lunes el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup.
“Ayer en horas de la tarde, de la noche, una delegación de la Mesa de la Unidad (Democrática, MUD) se entrevistó con el enviado del Papa, con el Nuncio y con los expresidentes de la comisión de Unasur”, dijo Ramos Allup en entrevista con el canal privado Globovisión.
El diputado opositor señaló que el representante del pontífice -cuyo nombre no precisó- también se entrevistó por separado con miembros del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“No hubo ninguna reunión (de la oposición) con el sector gubernamental. Hubo reuniones por separado para explorar la posibilidad de un eventual diálogo”, añadió el jefe de la Asamblea legislativa, controlada por la MUD.
Ramos Allup manifestó desconocer “detalles exactos” de esos acercamientos, a los que se tenía previsto dar continuidad este lunes para “ver si es posible establecer el diálogo”.
“Este país no se va a matar, este país tiene que entenderse, en este país tiene que aceptarse las reglas de la Constitución y el sufragio popular, que es el que quita y pone gobiernos”, sostuvo.
El domingo también se produjo un encuentro entre el expresidente panameño Martín Torrijos, integrante de la comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y el encarcelado opositor Leopoldo López.
“Le dije que este (diálogo) no es posible luego de haber suspendido el referéndum revocatorio y robarle al pueblo su derecho a expresarse”, señaló López a través de una cuenta de Twitter que maneja su esposa, Lilian Tintori.
Los contactos se producen en momentos de alta tensión política tras la suspensión, por parte del poder electoral, del proceso liderado por la MUD para someter a Maduro a un referendo revocatorio de su mandato que concluye en 2019.
A raíz de ello, el Parlamento aprobó el domingo una resolución que considera el freno al referendo como el culmen de un “golpe de Estado” por parte del gobierno.
Además, la mayoría opositora convocó para este martes una sesión en la que analizará “la situación constitucional del presidente”, a quien responsabiliza de la “ruptura de la democracia”.
La coalición opositora, en tanto, convocó a una protesta nacional para el miércoles.
Maduro cierra este lunes una gira por Medio Oriente, donde impulsa acuerdos para mejorar los precios del petróleo, y desde allí ha llamado a la calma y al diálogo.
El pasado jueves Baltazar Porras, recientemente nombrado cardenal por el Papa, reveló que la Nunciatura y la Conferencia Episcopal Venezolana mantenían aproximaciones con delegados de ambas partes.