“Empezaron a salirle moretes en todo el cuerpo y le dio tos seca al mismo tiempo. El tono de piel comenzó a ponérsele pálido”, relata con mucha tristeza su madre Floridalma, quien recuerda que a su hija siempre le gustaron los patines y las bicicletas.
“Siempre le llamó la atención andar en patines y en bicicleta. Disfrutó mucho cuando practicaba de forma constante. Sin embargo, no pudo continuar porque su entrenadora tuvo que salir de viaje”, agrega.
De bondadosa y cariñosa describió Floridalma a su única hija, quien necesita de forma urgente donaciones de sangre y de plaquetas.
señaló Floridalma, madre de la pequeña patinadora Blanca Esperanza.
“Palestina es una niña extrovertida, bondadosa y muy cariñosa. Le encanta estar jugando”, confiesa quien vive momentos difíciles por la enfermedad de su primogénita.
“Necesitamos donadores de sangre y de plaquetas. Ahorita estamos en el hospital Unoc porque solo pudimos sufragar los gastos de una noche en un sanatorio privado”, adhiere Floridalma.
La familia Hernández Ruiz espera que la enfermedad de su pequeña Blanca Palestina solo sea un efímero obstáculo.
“Queremos verla sana y que disfrute todas las actividades que emprendía en patinaje”, indica la madre, quien recuerda con nostalgia el día que su hija le arrancó las lágrimas por haber ganado su primera medalla en el deporte de sus amores.
“Fue muy emocionante. Era una competencia de pista. Recuerdo que ingresó en la tercera posición”, afirma una emocionada y dolida Floridalma.
Las personas que quieran apooyar a Blanquita lo pueden hacer al siguiente número: 40133080.