Calles aledañas al legendario Wrigley Field congestionadas de gente, fanáticos sin camisas con el cuerpo pintado con un frío aterrador y varios con una cabra, unas de mentira y otras de verdad.
Los Cachorros y los Indios de Cleveland se preparan para iniciar esta jornada una serie de tres juegos con el tope empatado a un triunfo por bando, por lo que si hay un equipo que barra en esta sede levantará el codiciado trofeo.
Los inquilinos de los edificios que rodean los jardines del estadio han construido gradas en los techos y cobran las entradas, harán ahora su octubre pues cuando hay entradas que venden a US$3 mil ellos seguramente la darán a menor costo.
Desde temprano, un aficionado en sillas de rueda, George Beyer, de más de 90 años, se encontraba haciendo fila para entrar y le dijo a la AFP que “Yo sabía que este día llegaría. Este equipo es bastante bueno. Creo que lo harán”.
La maldición de la cabra
Una pareja que tenía una cabra, también llevaban un cartel que decía: “Tenemos la cabra por la garganta, hay que acabar con la maldición”.
Por la ciudad, fueron los Medias Blancas los frenaron en el 2005 la sequía de títiulos en el béisbol, pues dirigidos por el venezolano Ozzie Guillén y con un cuerpo de pitcheo excelente integrado por su compatriota Freddy García y los cubanos José Contrera y Orlando El DuqueHernández, derrotaron a los Astros de Houston y una parte de Chicago pudo festejar.
Empero, los Cachorros, como equipo, quieren lograr su propio mérito, pues es el conjunto que más se ha demorado en conquistar unClásico de Otoño.
La ciudad confía mucho en el mánager de los Cachorros, Joe Maddon, quien ha sido elegido tres veces Mánager del Año (dos en la Liga Americana y una en la Liga Nacional), así como haber llevado en 2008 a la Serie Mundial a los Rays de Tampa Bay, un equipo siempre de bajo presupuesto.
El Wrigley Field (1902) y el Fenway Park de Boston (1904) son los dos estadios más antiguos que tiene el béisbol de las Grandes Ligas, por lo que al llegar a esos lugares se siente la sensación de estar viviendo en esa época.
A partir de este momento, se irá sabiendo si los Cachorros habrán roto definitivamente la maldición de la cabra, la cual existe desde que sólo dejaron entrar al dueño en aquella Serie Mundial y no al animalito en 1945.