Esta tendencia fiscal es coherente con el segundo lugar latinoamericano ganado por Colombia en el Doing Business 2017 (DB), recientemente publicado por el Banco Mundial. Se trata de un indicador comparativo, en este caso 197 países que muestran el nivel de complejidad que representa la creación de una empresa —formal— o en otras palabras, facilidad para hacer negocios.
Los países latinoamericanos mejor posicionados son: México, 47; Colombia, 53, y Perú, 54. De Centroamérica, Costa Rica, 62; Panamá, 70; Guatemala, 88; El Salvador, 95; Honduras, 105, y Nicaragua, 127. En términos generales, todos los países han mejorado marginalmente, pero en posiciones absolutas han perdido en el ranquin general, esto implica que otros países están mejorando de manera más rápida.
Entonces, ¿cuál es la clave para mejorar sustancialmente en el DB? Parece que Paul Romer, vicepresidente senior del Banco Mundial, da la solución: “Reglas simples y fáciles de seguir son una señal de que un gobierno trata a sus ciudadanos con respeto. Dichas normas producen beneficios económicos directos —mayor emprendimiento, mayores oportunidades de mercado para las mujeres, mayor adhesión al estado de derecho—”.
El DB está compuesto por 10 grandes temas: 1. Apertura de un negocio. 2. Manejo de permisos de construcción. 3. Obtención de electricidad. 4. Registro de propiedades. 5. Obtención de crédito. 6. Protección de inversionistas minoritarios. 7. Pago de impuestos. 8. Comercio transfronterizo. 9. Cumplimiento de contratos. 10. Resolución de insolvencia.
Comparándonos con el resto de países, contamos las peores posiciones en apertura de negocio, protección de inversionistas minoritarios, cumplimiento de contratos y resolución de insolvencia.
El indicador muestra claras ventajas en obtención de electricidad y obtención de crédito; en el resto de “disciplinas” estamos cercanos al 88.
En el caso de comercio transfronterizo, pasamos del 78 al 77 —algo bueno—. El DB mide tiempo y costo —excluidos los aranceles— de tres conjuntos de procedimientos: cumplimiento documental, cumplimiento fronterizo y transporte interno, es decir, las horas invertida en el cumplimiento documental —llenado físico o electrónico de documentos, facturas, manifiestos, declaraciones, certificados, etc.—, tiempo y costo de tramitología en frontera o puerto y el transporte interno.
Por ejemplo, para Guatemala, el tiempo invertido en cumplimiento fronterizo para exportar es de 36 horas, mucho menor que el promedio para América Latina (63 horas), pero por debajo de la OCDE (12 horas). El cumplimiento documental para exportación lo tenemos en 48 horas, mucho más que las 3 horas de los países de la OCDE.
Tenemos espacio para mejorar, automatizar los sistemas informáticos para completar la documentación necesaria para la exportación. Aquí los actores de la Ventanilla Única de Comercio Exterior pueden aportar para la mejora del DB y la competitividad nacional.