El lote más original, una imponente escultura moderna de bronce de Rudolfo Bocaccio, de 1980, que representa a una mujer en pleno coito con un robot, fue adjudicado por US$40 mil. El objeto era estimado entre US$9 mil.
Más de 500 personas asistieron a la sala, mientras otras 500 siguieron la subasta por internet.
Una obra de Salvador Dalí, versión en bajorrelieve de 1977 de su tela de 1954 Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad, fue adjudicado en US$22 mil, para una estimación inicial de US$4 mil.
El cuadro de Alex Varenne Los senos de Mona Lisa, que muestra a una Gioconda desnuda, salió en US$ 15 mil.
El propietario del edificio decidió no renovar el contrato de alquiler y los dueños no hallaron ninguna otra solución viable para el museo, variante parisina de otros parecidos en otras partes del mundo, como el Venustempel de Amsterdam o el museo del sexo de Nueva York.
Sus propietarios, grandes viajeros, constituyeron durante treinta años una colección internacional que mezclaba arte popular, sagrado o contemporáneo.
Muchos lotes provenían de Asia, donde el erotismo es considerado en algunos casos como una forma de filosofía. La pieza más antigua es un bajorrelieve de mármol del siglo XVIII procedente de un templo tántrico y que representa a Vishnu.
Un kamasutra indio, bronces de Pathan (Tibet), una pipa fálica tailandesa tallada en madera y representaciones de genitales masculinos y femeninos de América Latina fue uno de los lotes subastados.
Muchos de ellos evocan la era de los prostíbulos que en Francia florecieron hasta una edad de oro a fines del siglo XIX, antes de su cierre definitivo en 1946.
Entre otros objetos figuraban consoladores del mundo entero y de todas las épocas, sillas de placer y dibujos, fotografías y esculturas eróticas.