Estas son las palabras que Leonard Cohen escribió en julio de este año al amor de su vida, Marianne Ihlen, cuando el poeta y cantautor canadiense se enteró de que la noruega, musa en su juventud que le inspiró canciones como So Long, Marianne y Bird on the Wire, se moría de leucemia.
Pocos días después de que un amigo leyese en su lecho de muerte la misiva de Cohen, Marianne falleció el 28 de julio en Oslo a los 81 años de edad.
“Que sepas que estoy tan cerca de ti que si estirases tu mano, creo que alcanzarías la mía”, añadió Cohen en su carta.
Como una profecía, menos de cuatro meses después de la muerte de Marianne, Cohen y su musa se han vuelto a agarrar de la mano como cuando vivían juntos en la isla griega de Hidra a principios de la década de los años sesenta.
Ya sea en sus canciones, en sus poemas o en sus dos novelas, The Favorite Game y Beautiful Losers, las palabras de Cohen siempre fueron poderosas y enigmáticas en su exploración de la sexualidad, la política, la religión, las relaciones personales, la muerte y, sobre todo, el amor.
Porque si hay algo que no faltó en la vida y obra de Cohen fue la experiencia del amor, tanto el físico como el platónico, ya fuese con seres de carne y hueso o con una entidad superior que el artista persiguió durante toda su vida.
Cuando en 1967 lanzó Songs of Leonard Cohen, su primer álbum, Cohen ya estaba establecido como poeta y novelista. Pero el torrente creativo que exhibió en las diez canciones del LP, impulsado por esa pasión amorosa, cambió el curso de su carrera artística para siempre.
“Ahora Suzanne coge tu mano/Y te conduce al río/Lleva trapos y harapos/De los mostradores del Ejército de Salvación/Y el sol cae como miel”.
Suzanne, una de las canciones más populares de Cohen, que abrió Songs of Leonard Cohen y que ha sido interpretada infinidad de veces por artistas de todo el planeta, está inspirada en su relación platónica con la canadiense Suzanne Verdal.
En su libro de poemas Parasites of Heaven (1966), Cohen incluyó el poema Suzanne Takes You Down, que luego se convirtió en la canción Suzanne, en la que el artista revela su amor secreto por Verdal.
Y en la cara B de Songs of Leonard Cohen, So Long, Marianne.
“Hasta siempre Marianne, es tiempo de que empecemos/a reír y llorar y llorar y reír una vez más/Nos conocimos cuando éramos casi jóvenes/profundo en el parque verde de lilas/Te sujetaste a mi como si fuese un crucifijo/mientras nos adentramos en la oscuridad arrodillados”.
En 1969, dos años después de su debut como cantante con Songs of Leonard Cohen, apareció Songs from a Room, un LP que se abría de nuevo con una canción inspirada en Marianne, Bird on the Wire.
“Vi un pedigüeño apoyado en su muleta de madera/Me dijo 'no debes pedir tanto'/Y una bonita mujer apoyada en su puerta oscurecida/Me gritó '¿por qué no pides más?/Oh, como un pájaro en el cable/como un borracho en un coro de medianoche/he intentado ser libre a mi manera”.
Bird on the Wire también revela otra pasión del artista, la constante búsqueda por la perfección.
Menos de una década después de su publicación, Cohen reconoció que empezó los versos mientras estaba en Grecia y que no acabó la canción hasta poco antes de empezar la grabación. Y a pesar de ello, dijo, “parece que no la puedo hacer perfecta”.
Pero la verdad es que Bird on the Wire es lo suficientemente perfecta como para haber sido adoptada por artistas como Joe Cocker, Tom Cochrane, Johnny Cash, Willie Nelson y el español Kiko Veneno, que en 2010 incluyó su versión en el álbum Dice la gente.
Entre 1971 y 2016, Cohen publicó otros doce álbumes grabados en estudio. El último, You Want It Darker, apareció el 21 de octubre, escasamente tres semanas antes de su muerte y ha sido recibido con aclamación por gran parte de la crítica.
El diario británico The Guardian le otorgó cinco de cinco estrellas y declaró que, “a pesar de las recientes conversaciones sobre la mortalidad de Leonard Cohen, su maravilloso nuevo álbum sugiere un artista determinado a seguir avanzando”.
Dos semanas antes de la aparición de You Want It Darker, Cohen declaró en una entrevista a la revista The New Yorker que estaba “listo para morir”, aunque a continuación reconoció que antes de partir de este mundo le gustaría “terminar las cosas” empezadas.
Cohen no sabía si tendría tiempo de terminar sus últimas canciones. Con You Want It Darker publicado, Cohen ha podido extender su mano hacia Marianne.