La nueva ley contempla multas de 300 mil rublos (unos US$4 mil 500) o un año de prisión para los funcionarios a los que se los encuentre culpables.
Hasta el momento, las sanciones estaban reservadas de forma exclusiva a los atletas.
En los últimos meses, el deporte ruso se vio sacudido por múltiples escándalos de dopaje, que incluso motivaron que el equipo de atletismo se viera imposibilitado de participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Además, la delegación paralímpica tampoco pudo a asistir a Río 2016.
Con el Mundial de fútbol en Rusia dentro de un año y medio, el gobierno de Moscú está intentando lavar la imagen, aunque también considera que los continuos escándalos se deben a una campaña de desprestigio liderada por Occidente.