El menor fue secuestrado el 22 de noviembre último, a las 18.15 horas, en la diagonal 14, colonia Jardines de La Asunción, zona 5, cuando se dirigía con su madre a su clase de karate.
Los plagiarios quebraron el vidrio del automóvil, lo sacaron y lo llevaron a la casa de la zona 5, donde permaneció cuatro días. Los siguientes tres días estuvo cautivo en la zona 4.
Al momento del rescate estaba atado de manos con el cinturón amarillo de su uniforme de artes marciales. En la habitación, las autoridades hallaron una cruz hecha con migas de pan y restos de comida y un vaso con agua. El niño indicó a policías que rezaba de forma constante.
El reencuentro
Minutos después de la liberación, el director de la PNC, Nery Ramos, quien dirigió el operativo, informó vía telefónica a los padres que su hijo había sido rescatado.
A las 10.39 horas llegaron los padres a la zona 4 y de inmediato fueron trasladados al vehículo en el que el niño estaba resguardado.
“Te amo”, fueron las primeras palabras de la madre a su hijo, mientras lo abrazaba, quien le respondió: “También te amo”.
La víctima, entre llanto, agregó: “Le dijiste a la abuelita… y se preocupó mucho”, los tres se abrazaron y abordaron el vehículo de la PNC, donde se encontraba el niño.
El padre de la víctima expresó: “Estamos infinitamente agradecidos con la PNC, y no podemos describir la calidad humana y la perfección con que llevaron a cabo el rescate”.
La madre manifestó, conmovida: “Bendiciones a todos, y gracias por devolver a mi hijo sano y salvo”. Ambos padres son médicos y trabajan en el Hospital Roosevelt.
La pista del pago
Investigadores revelaron que una pista fue el pago de Q50 mil que se hizo el lunes último, y al dar seguimiento al dinero ubicaron la casa en la zona 4. Al inicio, los plagiarios exigían Q600 mil.