“La córnea es el tejido transparente anterior del ojo. Es necesario que permanezca transparente para que la luz se refracte y así lograr la visión. Cualquier enfermedad que ponga en riesgo esta transparencia nos puede limitar la vista”, explicó Cordón.
Cuando ninguno de los tratamientos ha tenido el resultado esperado, se recurre al transplante corneal. Este consiste en remover la córnea opaca y colocar en su lugar un tejido con las características que necesita el paciente mediante microcirugía para que pueda recuperar la vista, añadió.
Banco de córneas
“El banco —cuya licencia sanitaria se autorizó hace dos semanas— se encarga de introducir la córnea donada en un medio de preservación que puede durar hasta 14 días. Se lleva este tejido al banco para analizar si es apto para trasplante y se distribuye a los oftalmólogos para que pueda ser injertada”, dijo Navas.
“Es un hecho histórico tener un banco de córneas en Guatemala, lo cual llevó muchos años en concretar. Hay muchas formas de servir a la sociedad, que va a estar mejor en la medida que donemos nuestros órganos”, indicó Sáenz.
Contacto del Banco de Córneas y Esclerótica de Guatemala: 2251-7729 y el 5294-1035/ info@bancorneas.org y directora@bancorneas.org, en Facebook Bancorneas
Enfermedades dañan tejido ocular
Entre las enfermedades que afectan a la córnea están las infecciosas, virales —como herpes—, así como bacterianas, micóticas, degenerativas y distróficas de tipo congénita, que pueden dejar cicatrices en este tejido ocular. Estas provocan una opacidad que desencadenan ceguera, explicó Cordón.
Saénz refirió que en Guatemala hay una alta prevalencia de queratocono, afección asociada al herpes, que se desarrolla especialmente en adolescentes, la cual deforma la córnea. De ahí la importancia de tener tejidos disponibles para hacer trasplantes de córnea para todas las edades. “Hay muchas maneras de frenar el desarrollo del queratocono, pero cuando no se trata tiempo, la única forma de recobrar la visión es con el trasplante”, añadió.
Cómo ayudar
Todos podemos ser donadores de córneas, a partir de los 2 años de edad. Son pocas las exclusiones como donadores con enfermedades infectocontagiosas como sida, hepatitis B o C, lo cual se determina mediante el análisis de sangre correspondiente, explicó Navas de Debroy.
Podemos hablar con familiares y amigos para que al morir no solo nuestras córneas sino otros órganos puedan ser donados, añadió. En la historia de los trasplantes, el corneal es el que ha tenido mejor resultado debido a que es un tejido avascular —no contiene vasos sanguíneos—, por lo que la incidencia de rechazo es menor.
Se recolectan las córneas de donadores que no lleven más de 6 horas de haber muerto, o 12 horas, en refrigeración.
Banco de córneas
El primer trasplante exitoso de córnea fue efectuado en 1905 por el oftalmólogo austriaco Eduard Zirm, y el primer banco de ojos en el mundo se estableció en EE. UU. en 1959. Desde entonces ha aumentado la necesidad de esta cirugía.
Hace dos semanas comenzó su labor el Banco de Córneas y Esclerótica de Guatemala, por lo que es imprescindible tener donadores. Antes de que se fundara, se solicitaban tejidos a bancos de EE. UU. y Panamá, pero había una lista larga de espera.
El costo del trasplante dependerá de cada caso, pero el referido banco se encarga de preservar el tejido en un líquido, de analizar si este es apto para injertar, así como de la parte administrativa para el procesamiento de la córnea.
“Es una bendición”
“Mi vista mejoró en un 90 por ciento después del trasplante de córnea”, cuenta Aleida del Pilar Moreira, de 24 años, que se sometió a esta cirugía hace dos años.
Todo comenzó hace algunos años cuando en uno de sus chequeos rutinarios con el oculista este le comentó que tenía un “ojo haragán” y que debía revisar las córneas. Así lo hizo y fue con un oftalmólogo, quien le diagnosticó queratocono. El especialista le indicó que el ojo con el que mejor miraba recibiría el tratamiento de crosslinking, tratamiento preventivo que evita el avance de la enfermedad, pero en el otro debía ser trasplantada la córnea.
Fue referida a la Unidad de Oftalmología del Hospital Roosevelt, donde le hicieron todos los exámenes y procedimientos, y solo le quedaba esperar la donación del tejido proveniente de EE. UU., que llegó dos años después.
“Es una bendición este trasplante para mi vida, porque no todos tienen la oportunidad de que el cuerpo lo acepte”, indicó la joven, quien refirió que la única molestia que tiene, a veces, es causada por los siete puntos de los 16 que le suturaron durante la intervención.
“Si tienen la oportunidad de donar, háganlo, porque es darle vida a otras personas sin importar el órgano”, dijo Moreira.