En las entradas de algunas viviendas, los pobladores levantaron altares improvisados con fotos de Castro en diferentes momentos de su vida y le colocaron rosas rojas y girasoles. Canciones revolucionarias comenzaron a escucharse incesantemente en algunas calles y animaron aún más el ambiente.
Algunos habitantes de Camagüey, como el excombatiente José Ramón Santos, de 64 años, se instalaron a los costados de la avenida de la Libertad para aguardar el paso del cortejo. “Tengo apretado el corazón”, confesó emocionado Santos, quien portaba una chamarra verde oliva con media docena de medallas.
A su lado estaba Berta Socorro, de 91 años, quien no pudo contener las lágrimas al recordar los tiempos en los que era mesera y tuvo la oportunidad de servirle a Castro cuando visitó un centro deportivo de Camagüey.
“En público (Castro) era un hombre que mostraba su inteligencia y en el trato en privado con los trabajadores era esmeradamente delicado”.
“Somos una familia revolucionaria que siempre hemos estado, y ahora más que nunca, con Fidel y la revolución”, afirmó Doris Serrano Wilson, de 52 años, quien no podía ocultar su emoción por la llegada de los restos.
Las cenizas del exmandatario pasarán la noche en Camagüey para continuar el viernes el recorrido de varios cientos de kilómetros hacia Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país, donde serán inhumadas el domingo.
Más temprano, la caravana pasó por la ciudad central de Sancti Spíritus, a casi 400 kilómetros al este de La Habana, que recibió los restos de Castro con algunos de sus edificios engalanados con inmensas banderas cubanas en las fachadas.
Entre los vehículos que viajan figuran cuatro jeeps rusos UAZ verdes que llegaron a Cuba en los años 80 para uso de las fuerzas militares.
Miles de adultos, jóvenes y niños vestidos con uniforme escolar, que llevaban en las manos fotografías del expresidente y pequeñas banderas cubanas que blandían casi de manera sincronizada, se formaron ordenadamente a los lados de las estrechas calles y avenidas de Sancti Spíritus para saludar el cortejo mientras algunos gritaban vivas a Castro.
El cortejo fúnebre recorrió la víspera más de 300 kilómetros desde La Habana hasta la ciudad central de Santa Clara donde se realizó una concentración multitudinaria cerca del mausoleo que guarda los restos del icónico líder guerrillero Ernesto “Che” Guevara y sirvió la noche del miércoles como refugio temporal para las cenizas de Castro.
Entre el lunes y martes, el exgobernante, que murió el 25 de noviembre a los 90 años, fue honrado por decenas de miles de personas que acudieron a la emblemática Plaza de la Revolución para darle el último adiós.
La caravana recorre en sentido inverso la marcha victoriosa del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de Sierra Maestra y protagonizó la revolución de enero de 1959.
La comitiva inició su recorrido a las 07.00 hora local (12.00 GMT) desde el monumento donde reposan los restos del guerrillero argentino y tras recorrer unos 2 kilómetros atravesó el parque Leoncio Vidal, en el centro de la urbe, donde el vehículo que transporta la urna con las cenizas de Fidel se detuvo unos minutos.
Miles de personas, que desde la madrugada se agolpaban en las calles de Santa Clara y en el céntrico parque, irrumpieron en vivas al paso del cortejo fúnebre que rememora, a la inversa, el recorrido efectuado por la “Caravana de Libertad” de 1959.
Frente al edifico de la biblioteca de Santa Clara, donde esperaban uniformados media docena de veteranos que acompañaron a Castro en la lucha, centenares de personas entonaron el himno nacional cubano mientas la caravana permanecía detenida.
Una vez acabado el himno, entre gritos de “Fidel, Fidel, Fidel”, llantos y sollozos, la caravana con los restos del expresidente cubano siguió camino por la Carretera Central hacia Camagüey, donde esta noche pernoctará la comitiva.
La urna de cedro arropada en la bandera de la estrella solitaria pasará, antes de hacer su segunda parada, por las provincias de Sancti Spiritus y Ciego de Ávila.
La caravana tiene previsto llegar el sábado 3 a Santiago de Cuba, donde el domingo los restos de Fidel serán enterrados en el cementerio Santa Ifigenia, en el que reposan un gran número de próceres de la independencia en la isla, entre ellos el Héroe Nacional José Martí.