Otro mundo
Las autoridades dijeron que Malik, nacida en Pakistán, conoció a su esposo, nacido en Estados Unidos, a través de un sitio de citas musulmán y se casaron en Arabia Saudí. Ella había jurado lealtad al EI en Facebook y fue clave en la radicalización de Farook.
El tirador de Orlando también se dijo fiel al grupo terrorista y se cree que el responsable de los más recientes ataques en Ohio también se inspiró en esta organización.
Expertos coinciden en que las probabilidades de que se produzcan ataques en suelo estadounidenses por lobos solitarios son cada vez más altas pues las células radicales se expanden cada vez más por las redes.
“Estamos viviendo en un mundo muy diferente al del modelo del 11 de septiembre, con terroristas entrenados llegando del extranjero con una visa falsa o legal y luego preparando el ataque. Ahora tienes gente siendo reclutada en internet y grupos [como EI] están cada vez mejor y mejor en ello” , indicó Abraham Wagner, investigador senior del Centro de Estudios Avanzados en Terrorismo.
A todo esto se le suma el discurso del presidente electo Donald Trump contra musulmanes y refugiados durante la campaña, que pudiera inspirar más ataques como el de San Bernardino.
“La manera como la campaña de Trump presentó el tema, un choque de civilizaciones entre el oeste y el Islam, no ayudó y puede empeorar las cosas. Pero tampoco se puede exagerar porque Estados Unidos ya estaba en una campaña militar contra el EI, antes de que Trump apareciera” , indicó Ohlin.
Inteligencia cibernética
Con los mensajes terroristas inundando las redes, Wagner consideró que los servicios de inteligencia de Estados Unidos han fallado miserablemente en vigilar y analizar las publicaciones de y sobre el EI.
Necesitan actuar urgentemente en identificar amenazas y potenciales terroristas.
“Podríamos estar muchísimo mejor con el tipo de tecnología y recursos que tenemos, pero hay un problema cuando en este país no tienes un servicio de inteligencia doméstica. No hay realmente nadie que lo haga” , siguió.
Un reto es vigilar las redes sin violar derechos humanos y/o leyes internacionales. Aunque, según coinciden Wagner y Ohlin, la tendencia será a que aumenten los ataques yihadistas.
“A algunos los atraparás, a otros no. No es un problema que se pueda resolver completamente, pero podemos mejorar” , señaló Wagner.