Las consecuencias de una decisión de ese tipo son impredecibles, pero los expertos consideran que China, en conjunto, podría salir gravemente dañada si la crisis escalara de esta manera.
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Protestas en Hong Kong: ¿cuán importante es aún la ciudad para la economía de China?
¿Qué pasaría si China decidiera intervenir en Hong Kong a la fuerza para aplacar las protestas
La economía es un punto clave en esta disyuntiva, teniendo en cuenta que Hong Kong se ha convertido en uno de los centros financieros más importantes de Asia y que la economía china se ha beneficiado crecientemente de su estatus de región administrativa especial.
Hong Kong ya está sintiendo el impacto económico de 11 semanas consecutivas de protestas.
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El turismo y la venta minorista, que equivalen a alrededor del 20% de la economía local, son los sectores más afectados directamente por las manifestantes, que han paralizado puntos clave para la vida y la economía del territorio en repetidas ocasiones.
El gobierno hongkonés ha rebajado sus expectativas de crecimiento este año al 2-3%, tras registrar una subida del 3.5% el año pasado. Y recientemente bancos privados y consultoras disminuyeron aun más las expectativas, hasta el 1% o menos.
Pero, ¿cuán importante es actualmente Hong Kong para la economía china? ¿Podría sacrificar Pekín los beneficios que le aporta su sistema “especial” a cambio de mantener el control político?
Una puerta económica
Hong Kong sigue siendo clave para la economía china, tanto en términos comerciales como financieros.
En 2017-2018, según estadísticas oficiales, China recibió cerca de US$125 mil millones en inversión directa extranjera, de los cuales US$99 mil millones procedieron de Hong Kong: casi el 80% del flujo.
Eso se debe a que el Estado de Derecho de Hong Kong y su sistema judicial independiente proporcionan un lugar relativamente seguro para empresas que quieren invertir en China.
La isla también es el primer socio comercial de China continental y el principal destino para las empresas chinas que quieren cotizar en bolsa fuera del continente.
En 2018, más del 60% de las 354 empresas que hicieron una oferta pública inicial (IPO) de acciones en China eligieron hacerlo en Hong Kong, según la consultora PricewaterhouseCoopers, pese a que el mercado bursátil de Hong Kong cada vez enfrenta una mayor competencia del parqué de Shanghai.
“Hong Kong es para muchas grandes firmas del continente su punto de partida cuando empiezan a expandirse globalmente”, dice Gareth Leather, economista sénior especializado en Asia de Capital Economics, firma consultora con sede en Londres.
Hong Kong además es crucial para las reservas de divisas foráneas de China; en este territorio, las reservas llegaron a un punto alto histórico en julio, US$448.000 millones, convirtiéndose en las séptimas más grandes del mundo.
“Para poner las cosas en perspectiva, Hong Kong, con una población de siete millones de habitantes, tiene más reservas que países como India, Corea del Sur o Brasil”, dice el editor del servicio chino de la BBC Howard Zhang.
Las reservas de divisas de China son las mayores del mundo, calculadas en US$3.1 billones.
Cambios
No obstante, China necesita a Hong Kong mucho menos que hace dos décadas.
Cuando la excolonia británica fue devuelta a control chino en 1997, su economía representaba alrededor del 18% de la economía china, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Era el territorio en el que se fijaban otras ciudades del país, como un ejemplo a seguir a nivel de desarrollo económico.
Eso cambió con el boom económico. El año pasado, por ejemplo, la economía hongkonesa fue equivalente al 2.7% del PIB chino.
Frente a Hong Kong, se sitúan hoy en día ciudades como Shenzhen, considerada el Silicon Valley chino.
De hecho, este pasado domingo, el gobierno chino desveló un plan de amplias reformas en esa ciudad para que se convierta en un modelo de “desarrollo de alta calidad, un ejemplo de ley y orden y de civilización, así como satisfacción de la sociedad y sustentabilidad”.
Según el diario hongkonés The South China Morning Post, el anuncio se enmarca en el intento de Pekín de “marginar” a Hong Kong en el plan de desarrollo de esa dinámica zona del país.
Consecuencias
Si Pekín decide intervenir en Hong Kong para detener esta situación, el precio a pagar sería alto, según el editor del servicio chino de la BBC.
“El estatus de Hong Kong como centro financiero y puerto internacional podría resultar dañado de forma irreparable“, dice Zhang.
“Pekín se enfrentará a un rechazo internacional inevitable; los gobiernos occidentales no tendrán elección: tendrán que revisar sus lazos con China y la economía china y su estatus global sufrirán un gran revés“.
El presidente Donald Trump ha advertido que las negociaciones en materia comercial se verían “obstaculizadas” si Pekín utiliza la violencia para acabar con las protestas.
La guerra comercial con EE. UU. está poniendo presión en la economía china y los expertos consideran que Pekín necesita todos los recursos a su alcance.
Los aranceles estadounidenses incentivan a algunas compañías a trasladarse, o a mover parte de sus operaciones, a otros países con condiciones más competitivas, como Vietnam, Bangladesh y Filipinas.
El año pasado, la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China publicó los resultados de una encuesta que sugería que el 70% de sus miembros en el sur de China están considerando reubicar sus negocios fuera del país.
El editor del servicio chino de la BBC Howard Zhang explica en ese sentido que Hong Kong recibe un tratamiento especial de Estados Unidos en comercio, aduanas y tecnología, lo que significa que China puede saltarse parte de los aranceles impuestos por Washington en importaciones de tecnología si pasan por el territorio.
No obstante, el analista Leather cree que “para el gobierno chino, lo más importante es mantener el control”.
“Creo que están preparados para sacrificar parte del éxito de Hong Kong mientras ello signifique que pueden continuar manteniendo el control, no solo sobre China continental, sino sobre Hong Kong también”.
Pero cualquier decisión de Pekín que afecte a la relativa autonomía de Hong Kong, sin duda, sería visto como malo para los negocios, insiste.
“Simplemente, piensa en las consecuencias de tener al Ejército de Liberación Popular en las calles de Hong Kong, y lo que eso haría a la reputación de Hong Kong como sector financiero bajo un Estado de Derecho”.
Por todo ello, es probable que, si se produce una desaceleración en Hong Kong, al gigante asiático le pese.