Según Omar López, presidente de la Asociación de Usuarios de Tarjeta de Crédito, el problema es que el usuario debe presionar a los burós de crédito privados para obtener los finiquitos necesarios que hagan constar el fin de la deuda.
Sin embargo, López afirma que aunque esto debería ser un proceso sencillo y rápido, los burós no le dan importancia, y por es razón el usuario debe peregrinar y acudir de manera reiterada al emisor hasta que compruebe que este borró los antecedentes.
Datos de la SIB indican que al 31 de octubre las quejas recibidas por clientes que no han logrado obtener convenios de pago suman 597.
Representantes de la banca afirman que aunque el récord permanece en el historial del usuario, es posible que este tenga nuevas oportunidades y dé muestras de un mejor manejo de sus tarjetas de crédito, lo que de nuevo le abriría las puertas del financiamiento.
Édgar Chavarría, gerente de Banca de Personas de Grupo Financiero BI, resalta la importancia de solicitar los finiquitos de cualquier deuda contraída y cancelada.
Puso como ejemplo que ante la quiebra de un banco, el usuario que no tenga un documento que lo ampare corre el riesgo de que la institución que compre la cartera de créditos le exija de nuevo el pago de algo que ya se canceló.
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Consumidor
En opinión de Omar López, presidente de la Asociación de Usuarios de Tarjeta de Crédito (Adutacred), el verdadero problema “es que los bancos tienen el sartén por el mango”, pues las instituciones imponen las tasas de interés a su conveniencia.
López refiere que sin la protección de la ley que obligaba a establecer convenios de pago sin intereses, los usuarios están
a merced de los emisores.
Por ejemplo, no existe mucho margen para negociar, pues los bancos ya tienen formatos de convenio establecidos, de los que existen pocas variantes.
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Si el usuario ya logró solventar el pago del saldo, según López, es el mismo cuentahabiente quien debe llevar la documentación al Sistema de Información de Riesgos Crediticios (SIRC) de la SIB y pedir su historial libre de esa deuda.
Posteriomente se lleva el finiquito y el reporte de la SIRC al buró de crédito (Trans Union o Infornet) y se pide que sea borrado el reporte negativo del registro.
El buró de crédito de que se trate tiene que dar, a su vez, un finiquito.
En un plazo de 15 a 20 días se borra el registro de moroso.
Evitar embargos
El problema, muchas veces, según Édgar Chavarría, gerente de Banca de Personas de Corporación BI, es que la mayoría de personas acuden a negociar algún convenio cuando ya no se puede hacer mucho tiempo.
En opinión de Chavarría, el usuario debe insistir para que su banco o emisor le otorgue una alternativa, ya que en muchos casos estos casos llegan a litigios y en otros a enfrentar embargo de bienes o salarios.
Según él, en algunas oportunidades el banco se niega a negociar porque el usuario propone cuotas demasiado pequeñas y de esa manera tampoco se sale de la deuda.
Otro problema es cuando el usuario ya tiene demandas por falta de pago de otros emisores, o bien, cuando ha incumplido con otros convenios de pago.
De igual manera, Chavarria indicó que algunos tarjetahabientes incumplen con los requisitos solicitados por el emisor.
El ejecutivo bancario recordó que las instituciones bancarias y los emisores tiene que asegurar el pago de lo adeudado y el tener requisitos como el fiador o el emitir un cheque prefechado o pagarés, son parte del respaldo legal.