El 8 de diciembre es conocido como día clásico de Guatemala —tal como lo bautizó el periodista y cronista Ramón A. Salazar— porque es capaz de conmover y convocar a todas las clases sociales de la metrópoli, refiere Miguel Álvarez, cronista de la ciudad.
A lo largo del jubiloso recorrido de la imagen, los creyentes cantan, lloran y aplauden. Su devoción fue instituida por la orden franciscana después de su llegada en el siglo XVI a Santiago de Guatemala.
Después del traslado de la metrópoli al Valle de la Ermita, en 1776, se consideraba a la Virgen de Concepción de San Francisco como la imagen patronal de la Nueva Guatemala de la Asunción, explica Álvarez.
Las instituciones que participaban en esta multitudinaria actividad religiosa eran la Real Audiencia, Universidad de San Carlos de Guatemala, gremios de Coheteros, Herreros y Confiteros, Seminario Tridentino, Sociedad Económica de Amigos del País, Consulado de Comercio y el Ejército de Guatemala.
Durante el recorrido, de 16 a 20 horas, había cánticos, arcos de flores y alfombras. Ahora se prolonga 10 horas. Sale a las 13 horas e ingresa al templo a las 22.
Recorrido en el siglo XIX
Salía del templo de San Francisco. Recorría la Calle Real (actual Paseo de la Sexta). Bajaba frente al Portal del Comercio (8ª. calle y 7ª. avenida). El Ayuntamiento se encontraba en el sitio que ahora ocupa el Palacio Nacional de la Cultura.
Pasaba frente a la Catedral. “Saludando las salvas de artillería en la Plaza Mayor a la imagen venerada de la gloriosa patrona de España e Indias”, describe la Gaceta de Guatemala, el 15 de diciembre de 1854.Seguía por la 7ª. avenida norte hasta la 4ª. calle.
Pasaba frente al templo de Concepción, que se ubicaba en la 7ª. avenida, entre 5ª. y 4ª. calles, y luego, el templo de Santa Teresa.
Giraba en la 9ª. avenida, hasta la 14 calle. A la 9ª. avenida se le conocía como Calle de la Universidad o Calle de Chispas, porque al pasar la imagen por este lugar se quemaban cohetes, luces de bengala y canchinflines.
A su paso frente a la Universidad de San Carlos de Guatemala, salía el rector y cuerpos de claustros para rendirle honores; se izaba la bandera nacional. “La calle de la universidad estaba muy hermosa hacia las siete horas en que pasó la procesión, las iluminaciones del Seminario, la Universidad y la Sociedad Económica…”, refiere La Gaceta, de 1855.
En la Sociedad Económica de Amigos del País (actual Congreso de la República) se colocaban luminarias y se izaba la bandera al paso de la Virgen. “Pasaba por el Seminario Tridentino (actual Instituto Central para Varones).
Al llegar a Beatas de Belén, subía la 14 calle, pasaba frente al Parque Concordia (antes, Las Victorias) y regresaba por la Calle Real a San Francisco. “Las calles todas de la estación estaban llenas de gentes; y algunas de ellas, como la de la Universidad a las Beatas de Belén, presentaban hacia las oraciones de la noche un hermoso golpe de vista, por la concurrencia y la iluminación de los edificios públicos y casas particulares”.
El Ejército de Guatemala disparaba cañonazos desde tres puntos: la Plaza de Armas, el Castillo de San José (actual Museo del Ejército) y el Castillo Matamoros (5ª. calle final, zona 1). También desfilaba en la procesión y cantaban Salve Regina. “El cañón en la Plaza Mayor y en los castillos saludó a la imagen de la gloriosa patrona de España e Indias”, indica La Gaceta de 1857.
“En el trayecto de la procesión hubo luces de bengala, cohetes, cánticos y otras demostraciones de júbilo” (Semana Católica de 1892).
“En calles adyacentes no faltaban los históricos puestos de venta, donde se proveían de tamales, buñuelos, batidos y demás comestibles acostumbrados…” (Semana Católica, 1900). “…en la plazuela frente a la iglesia de San Francisco, lugar señalado para el gran final de los honores a la Virgen: ¡la exhibición de los fuegos artificiales!… las imágenes sobre el techo se iluminaron con resplandor…”
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