La falta de seguridad fue el motivo principal por el que quienes acudieron a la manifestación también firmaron para exigir la renuncia de Ávila, el memorial que contiene la firma de los quetzaltecos será entregado en Gobernación Departamental el próximo martes, según indicaron integrantes del colectivo Vos.
“Somos aproximadamente 200 personas y pedimos la renuncia de la actual gobernadora que fue designada por el presidente Jimmy Morales, a ella le dieron el cargo por influencias políticas y no por su capacidad, en consecuencia la ciudad se ha vuelto muy violenta y ahora pedimos su renuncia”, dijo Ángel Polanco, integrante del colectivo.
Polanco también señaló que el próximo lunes a las 8 horas acudirán a gobernación para conocer el trabajo que ha realizado, se prevé que acudan los diputados de Quetzaltenango para exigir explicaciones a la gobernadora.
En la manifestación pacífica se observó a varios padres de familia que acudieron junto a sus hijos, señalaron que están cansados de la violencia y no quieren ser indiferentes ante el problema. https://twitter.com/MajoLongo_PL/status/807731307337908224
“Más que todo es para demostrar nuestro repudio a los actos de violencia, desde robos hasta asesinatos, para exigir que las autoridades tomen cartas en el asunto. La violencia en Quetzaltenango esta imparable y es conocida por todos los ciudadanos, el trabajo de la gobernadora es muy malo, ella se excusa en que no conoce las denuncias pero debería ser parte de su trabajo estar enterada y actuar de oficio”, expresó Linda Castillo, vecina.
Los inconformes también señalaron que en el cargo debe estar una persona con preparación académica y experiencia, por lo que velarán que después de que Ávila abandone el cargo el mismo sea ocupado por alguien idóneo.
“Ella es una estudiante de nutrición no sabe nada de seguridad y los quetzaltecos merecemos alguien que pueda responder a la delincuencia, vamos a luchar por mantener una ciudad sin violencia”, dijo Luis Gómez, manifestante.
Algunas víctimas de la delincuencia acudieron a la manifestación y señalaron que nunca imaginaron que Quetzaltenango sería una ciudad con crímenes constantes.
Se llamó a la gobernadora para conocer su versión de los altos índices de delincuencia, pero al contestar el teléfono una persona de nombre “Yesenia” dijo que ella no podía responder; sin embargo, uno de los manifestantes dijo que había sido la funcionaria que respondió y se identificó con el segundo nombre.