Benzema fue sometido a un juicio rápido en noviembre de 2015 tras ser “cazado” por la Policía Local tras realizar una maniobra prohibida cuando conducía un vehículo sin carné.
El incidente tuvo lugar el 29 de octubre de ese año en la glorieta de Atocha, cuando el delantero francés hizo un giro prohibido a una velocidad superior a la permitida y fue interceptado por agentes del distrito Centro de la Policía Local.
Benzema ya había sido condenado en marzo de 2013 por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Pozuelo de Alarcón tras la celebración de un juicio rápido por exceso de velocidad.
Entonces, se le impuso una pena de ocho meses de multa, a razón de 150 euros diarios (18.000 euros), y la retirada del permiso de conducir durante ocho meses en aplicación del Código Penal, que sanciona expresamente la conducción a más de 80 kilómetros por hora del límite permitido.
En esa ocasión el jugador del Real Madrid había sido detectado por un radar móvil circulando con exceso de velocidad -a 216 kilómetros por hora- por la M-40, lo que dio lugar al juicio rápido.
Además, el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid abrió diligencias previas en junio de 2015 para investigar a Benzema después de que en mayo fuera sorprendido en las inmediaciones del aeropuerto de Madrid circulando a una velocidad indebida y sin carné.