Si finalmente se cumplen sus predicciones, harán que no haya prácticamente ninguna forma de vida en una región donde ya se sufre una fuerte desertificación e intensas tormentas de polvo.
Los científicos informan que la temperatura de la región aumentará hasta tres grados centígrados para el 2060.
“El Norte de África ya es cálido, y su temperatura sigue aumentando con fuerza. En algún momento de este siglo, parte de la región se volverá inhabitable”, dijo Jos Lelieveld un experto en clima.
Aguaceros extremos — como los que causaron inundaciones en Louisiana, Houston y West Virginia durante el año — serán tres veces más comunes en Estados Unidos antes de que finalice el siglo, y seis veces más frecuentes en las regiones del río del Mississippi, según un nuevo
estudio.
Los científicos han apuntado desde hace tiempo que el aire más caliente retiene mayor humedad, por lo que el cambio climático provocado por el hombre incrementará la frecuencia de las precipitaciones extremas.
Ese aumento ya comenzó, afirman, pero el nuevo reporte, realizado con simulaciones computarizadas mucho más fuertes, demuestra la gravedad de la situación y dónde se
presentará.
Además, la temperatura es muy alta: se sobrepasan fácilmente los 42ºC casi cada día, por lo que un aumento de tres grados más supondría el fin de la vida en esta parte del mundo, por la sencilla razón de que la mayoría de seres vivos no soportan una temperatura de 45ºC, y menos cada día.
El cuerpo humano con 40 grados centígrados puede llegar a sufrir daños cerebrales importantes e incluso la muerte.
Aunque cada ser humano tiene su propio umbral térmico, que puede ser más o menos amplio dependiendo sobretodo de dónde hayamos vivido por más tiempo, la temperatura ideal para vivir se sitúa entre los 21 y los 26ºC.
Casi la mitad que lo que se espera que haya en Sudán en el 2060.
El haboob, potentes tormentas de arena, se han convertido en un fenómeno cada vez más habitual en algunas partes de Sudán que está camino a convertirse en un desierto.
El cambio climático se está convirtiendo en una amenaza cada vez más seria para la humanidad, y puede generar devastación en regiones enteras a través de la escasez de agua y alimentos.
Los científicos no cesan de advertir que las trágicas consecuencias de este fenómeno están a la vuelta de la esquina.
Muestra de ello es que existe un país que podría convertirse en un desierto inhabitable en solo cien años.
Según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, unos 4.6 millones de habitantes de Sudán, ya sufren inseguridad alimentaria, y se espera que otros 3.2 millones se enfrenten a una grave escasez de agua en el futuro más cercano.