“Quizás uno no tiene dinero en abundancia pero siempre podemos aportar nuestro granito de arena. Ninguna ayuda es pequeña”, asegura Verónica.
La altruista tiene 40 años y, de alguna manera, se identifica con doña Juanita: ambas son madres solteras y han luchado por salir adelante sin la ayuda de nadie.
“Conocí su historia y me motivó ayudarla. Hace algún tiempo logré salir de una deuda y decidí que ese dinerito extra que guardaba lo podía utilizar para una noble causa”, relata.
Aunque tenía trabajo por hacer logró hacer tiempo para llevar junto a su hija Samantha, su hermana y algunos amigos, una convivencia que fue como una bendición para la familia necesitada.
Hace unos días recibió la noticia que la hija de doña Juanita ya había dado a luz. “Fue una satisfacción enorme. Todos podemos quitarnos un poco de lo que Dios nos ha regalado para dárselo a los demás”, exhorta Verónica.