Pablo, de 27 años, quien radica en Houston, Texas, Estados Unidos, pues goza de una beca, se mantiene en permanente contacto con los campos y los palos de golf, ya que tiene claro su objetivo. “Para destacar, es necesario efectuar los entrenamientos con dedicación y constancia”, asegura.
Primera fase
El guatemalteco viajará mañana a Houston, en donde continuará con su preparación hacia el Mundial. Previo a competir en esa cita, Acuña jugará la primera fase —de tres fechas— de la clasificación para el PGA.
Ese desafío será exigente porque se apuntan más de dos mil jugadores, para dejar a solamente 160. De esa cantidad, únicamente 25 pasarán el corte. El camino es largo y exigente, por lo que se requiere de efectividad en los golpes, así como contar con temple de acero para mantener la calma.
Pablo no estará solo en esa ruta. Contará con su maestro de hace cinco años, el hombre que ha influido en su superación deportiva, personal y mental, el entrenador y motivador Irán Pirozzolo.
“Es una bendición de Dios tener el respaldo de él, porque es una persona que ha contribuido en todos los aspectos en mi vida, pero lo más importante es que va a estar con nosotros —junto a José Toledo— en el Mundial de China. Eso es algo que no tiene precio”, señaló Acuña.
Impresionante
El palmarés de Pirozzolo es impresionante. Fue motivador durante cinco años de los Yanquis de Nueva York, en el beisbol de las Grandes Ligas, y en cuatro ocasiones el equipo estuvo en finales. También trabajó un año con los Vigilantes de Texas, a quienes llevó al éxito con base en elevar la autoestima de los atletas.
“Él insiste en que la única limitación está en la mente y que cuando el deportista sepa su verdadera capacidad no tendrá obstáculos para lograr sus metas. También recalca en que todo se hace con disciplina, responsabilidad, pero sobre todo con pasión”, finalizó Acuña.