Aunque las condiciones generales se mantuvieron y las perspectivas del 2017 son sin mayores cambios, durante este año hubo sectores que fueron más beneficiados y otros que no lograron terminar en número positivos.
¿Cuál es la evaluación para el 2016?
En términos reales, la economía cerraría con alza de 3.1%, reflejando una leve moderación respecto del crecimiento observado en el 2015, de 4.1%.
¿Cuáles son las variables para ese desempeño?
El consumo privado continuó siendo apoyado por el incremento en el ingreso de los hogares, debido al dinamismo en el flujo de remesas familiares, al aumento en el crédito bancario al sector privado destinado al consumo y al efecto todavía positivo de los bajos precios de los combustibles.
En cuanto a los principales precios macroeconómicos, la inflación —alza de precios— a noviembre se ubicó en 4.67%.
Además, el comportamiento del tipo de cambio nominal del quetzal frente al dólar ha sido congruente con sus fundamentos, registrando una leve apreciación nominal de alrededor de 1.5% en lo que ha transcurrido del presente año, y las tasas de interés del sistema bancario continuaron estables.
¿Quiénes fueron los ganadores y perdedores?
Los más dinámicos en el 2016 fueron intermediación financiera (los bancos y entidades de finanzas), suministro de electricidad y agua, comercio e industrias manufactureras.
Mientras los menos dinámicos: construcción, administración pública, transporte, agricultura y servicios privados. El negativo fue el de explotación de minas y canteras.
¿Cuál fue el escenario en el bloque regional?
Centroamérica, a pesar del moderado crecimiento de Estados Unidos en el 2016, continuó siendo beneficiada, aunque en menor magnitud que el año anterior, por los bajos precios del petróleo y sus derivados y por el aumento en las remesas familiares, que han mejorado el ingreso real disponible y han fortalecido el consumo privado, la posición fiscal y la cuenta corriente de la balanza de pagos.
En ese escenario, el crecimiento económico previsto para la región sería de 3.7% en el 2016, mejor que la contracción en América Latina, de 0.6%.
Para 2017, ¿cuál es el panorama económico?
Las proyecciones de crecimiento de los principales socios comerciales de Guatemala, así como las condiciones económicas internas, anticipan que el crecimiento del PIB podría ubicarse en un rango de entre 3% y 3.8%.
¿Y para Centroamérica?
El crecimiento económico esperado en el 2017 sería igual al estimado para el 2016 —3.7%—, impulsado por el dinamismo previsto de la demanda interna y de la actividad económica de Estados Unidos de América, así como por el mayor flujo de las remesas familiares.