Por este motivo, la jueza considera en su resolución que no se ha justificado debidamente la comisión del delito y explica que, pese a que la denunciante aportó un parte de lesiones, “en la redacción de los hechos denunciados no indica hechos que pudieran ser constitutivas de ilícito penal”.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de noviembre en una de las jornadas de entrenamiento del Gran Premio de Motociclismo de Valencia, celebrado en Cheste, cuando la denunciante se estaba haciendo unas fotos con un móvil y un paloselfi en el paddock del recinto deportivo, y el piloto conducía una moto de pequeña cilindrada.
La denuncia fue recibida por el Juzgado de Instrucción número 19 de Valencia, en funciones de guardia en el momento de los hechos, que remitió la causa al Decanato de los Juzgados de Valencia.
Por orden de reparto, el asunto recayó en el Juzgado de Instrucción 12, quien, a su vez, se inhibió al Juzgado de Requena, partido judicial que corresponde al lugar donde sucedieron los hechos.
Tras presentar la denuncia, la aficionada, que no quiso desvelar su identidad, dijo que Rossi no se había disculpado por lo ocurrido.
Archivan la denuncia contra Valentino Rossi al no concretar la aficionada la agresión https://t.co/a8Q4oFN3XN pic.twitter.com/PgINa13A0E
— RTVE (@rtve) December 29, 2016
“Cuando vi que alguien me empujaba y me di cuenta de que era Rossi, pensé que habría sido sin querer, pero al día siguiente, cuando vi el vídeo, aluciné porque me había dado una patada y un codazo y, además, me dijo algo que no entendí. También vi que lo había hecho a propósito”, señaló.