La mujer marroquí, de 22 años, intentó evadir los controles de seguridad, lo cual despertó las sospechas de los agentes que solicitaron una revisión del equipaje. Cuando los agentes abrieron la maleta, encontraron a un hombre agazapado en su interior.
De acuerdo con la Guardia Civil, el migrante recibió atención sanitaria inmediata debido a las condiciones de poca ventilación en las que viajaba.
En otro caso diferente, la guardia fronteriza detuvo el lunes a un ciudadano marroquí de 30 años por esconder a dos migrantes de Guinea Conakry en un vehículo.
Los agentes encontraron a los migrantes al parar al vehículo para una inspección en un punto de entrada a la ciudad de Ceuta.
Un hombre de 20 años viajaba escondido entre los asientos traseros y el maletero del vehículo. La mujer, de 24, se hallaba oculta en un doble fondo del salpicadero.
Miles de migrantes subsaharianos que se hallan en situación irregular en Marruecos tratan de llegar a Europa cada año por mar, a menudo en pequeñas embarcaciones que no están preparadas para la alta mar.
Cientos de ellos también arriesgan sus vidas para tratar de saltar las peligrosas vallas de concertino que alcanzan los seis metros de alto (20 pies) y que rodean Ceuta y Melilla, el otro enclave español en el Norte de frica.
El domingo recién pasado, alrededor de mil cien migrantes africanos se encaramaron a la valla y trataron de entrar en Ceuta. Más de 50 guardas marroquíes y españoles resultaron heridos.