“Tilikum tenía, y seguirá teniendo, un lugar especial en los corazones de la familia de SeaWorld, así como en los de millones de personas de todo el mundo a las que inspiró”, dijo Joel Manby, presidente del parque de Orlando, en el centro de Florida.
La fama internacional de Tilikum comenzó tristemente en 2010, cuando durante una acrobacia en el tanque mató brutalmente a su entrenadora.
“La vida de Tilikum siempre estará inextricablemente conectada a la pérdida de nuestra amiga y colega Dawn Bancheau”, escribió la empresa en el texto publicado en su página web. “Mientras todos sufrimos una gran tristeza por esta pérdida, seguimos ofreciéndole a Tilikum el mejor cuidado posible”.
La muerte de Brancheau es mencionada en la película de 2013, ganadora del premio británico BAFTA a Mejor documental, como un efecto del estrés que sufren las orcas en cautiverio por vivir en tanques reducidos y con poca luz.
La empresa sufrió una avalancha de críticas a raíz del filme y se multiplicaron los llamados a cancelar este tipo de atracciones de los parques acuáticos.
Finalmente, en marzo de 2016, SeaWorld anunció que pondría fin a la cría de orcas y que su actual generación de estos mamíferos en cautiverio sería la última. La decisión fue aplaudida por organizaciones de defensa de los animales.
“Tilikum estaba cerca del final de la expectativa de vida promedio de las ballenas asesinas macho, según un estudio científico independiente”, aclaró SeaWorld este viernes, informando además que la bacteria que afectó al animal se halla “tanto en hábitats naturales como en las instalaciones de zoológicos”.
Con la pérdida de Tilikum, SeaWorld ahora tiene 22 orcas en sus tres parques en Orlando, San Antonio (Texas) y San Diego (California).