Internacional

Presidente palestino inaugura embajada en el <span class="suchwort">Vaticano</span>

El papa Francisco recibió este sábado en audiencia privada en el Vaticano al presidente palestino, Mahmud Abás, que inauguró a continuación la embajada palestina en la Santa Sede.

El Papa(d) intercambia regalos con el presidente palestino Mahmud Abás. (EFE).

El Papa(d) intercambia regalos con el presidente palestino Mahmud Abás. (EFE).

La legación palestina se encuentra en un edificio frente al Vaticano, que ya cuenta con las embajadas de Perú y de Burkina Faso.

Dirigiéndose brevemente a los periodistas delante del inmueble, Abás reiteró su oposición al traslado de la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.

“No ayudará a la paz” 

“Todavía no podemos decir nada puesto que eso todavía no se ha producido, pero eso se produjera, no ayudaría al proceso de paz. Espero que no se produzca” , declaró Abás.

El presidente electo estadounidense, Donald Trump, prometió en campaña electoral que reconocería Jerusalén como capital de Israel y trasladaría allí la embajada estadounidense, actualmente en Tel Aviv.

Esto rompería con la política histórica de Estados Unidas, que coincide con la de la gran mayoría de la comunidad internacional, para quien el estatus de Jerusalén, que los palestinos también reivindican como capital de su futuro Estado, debe fijarse a través de una negociación.

Abás se reunió durante unos 21 minutos con el papa Francisco.

Entre los regalos que se intercambiaron, Mahmud Abas ofreció al papa una piedra de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, según Greg Burke, director del gabinete de prensa de la Santa Sede.

Con esta audiencia privada, ya son tres las veces que se reunieron el Papa y Abás tras la visita del 2014 del  Sumo Pontífice a Israel y a los territorios ocupados y la visita del dirigente palestino al Vaticano en el 2015 con motivo de la canonización de dos religiosas palestinas.

Las relaciones entre el Vaticano y las autoridades palestinas entraron en una nueva etapa en el 2015 con la firma de un acuerdo, que condujo a la apertura de la embajada palestina en el Vaticano.

El acuerdo, que se produjo dos años después de que el Vaticano reconociera Palestina como Estado, provocó ira en Israel, que tampoco apreció que el papa calificara a Abas como “ángel de paz”  en su encuentro de mayo del 2015.

Un salto hacia lo desconocido

La conferencia de París tiene un valor simbólico importante, a cinco días de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuyo carácter imprevisible inquieta a los diplomáticos, llegue a la Casa Blanca.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estimó que la conferencia de París era “un último sobresalto del pasado antes del advenimiento del futuro”, una declaración que ilustra hasta qué punto la derecha israelí cuenta con el futuro presidente de Estados Unidos.

Aunque Washington ha sido siempre un aliado incondicional de Israel, Trump ha ido aún más lejos en lo que se refiere al apoyo al Estado hebreo, aunque por el momento solo en palabras.

Así, prometió durante su campaña que reconocería a Jerusalén como la capital de Israel y trasladaría la embajada estadounidense de Tel-Aviv a Jerusalén.

Con ello, rompería con la política histórica de Estados Unidos y de la gran mayoría de la comunidad internacional, según la cual el estatuto de Jerusalén, que los palestinos también reivindican como capital de su futuro Estado, debe ser resuelta por medio de la negociación.

La conferencia de París será el último acto de una serie de compromisos a favor de un proceso de paz fundado en una solución de dos Estados, antes de un salto hacia lo desconocido con la futura administración estadounidense.

Un mes antes de su salida de la Casa Blanca, la administración Obama realizó una maniobra poco usual. Por primera vez desde 1979, Washington no opuso su veto a una resolución del Consejo de seguridad sobre los asentamientos israelíes. Hasta entonces, Estados Unidos siempre había apoyado en este sensible tema a su aliado Israel.

El secretario de Estado estadounidense John Kerry, que dejará su cargo el 20 de enero cuando asuma el gobierno de Trump, también participará en la conferencia del domingo, en la no obstante ni los israelíes ni los palestinos estarán presentes.

Claves para entender el conflicto israelo palestino

Francia reúne el domingo a representantes de decenas de países para intentar reanudar el moribundo proceso de paz entre israelíes y palestinos. Estas son algunas claves para entender uno de los conflictos más intrincados del planeta.

Inicio del conflicto

El conflicto remonta, en su forma moderna, a 1947 cuando Naciones Unidas propuso la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, en el territorio palestino, lo que provocó un estallido de violencia entre árabes y judíos, y después la primera guerra entre Estados árabes e israelíes, tras la proclamación del Estado de Israel en 1948.

 En 1967, en la guerra de los Seis Días, Israel tomó por las armas Cisjordania y Jerusalén Este, en aquella época bajo control jordano, así como la Franja de Gaza, bajo administración egipcia.

Desde entonces, Israel anexionó Jerusalén Este, donde se encuentran algunos de los lugares más sagrados para cristianos, judíos y musulmanes.

En 1973, en la guerra de Kippur, Israel se enfrentó de nuevo a una coalición de países árabes, encabezada por Egipcio y Siria.

Israel siguió ocupando Cisjordania pero evacuó de forma unilateral en 2005 la Franja de Gaza, cuyo movimiento islamista palestino Hamas tomó el control por la fuerza en 2007.

El conflicto ha dado paso a múltiples intentos de lograr la paz. La solución de referencia de la comunidad internacional es la creación de un Estado palestino que cohabite en paz con Israel.

La salida del conflicto tropieza con obstáculos que parecen cada vez más insalvables: la seguridad de Israel, la delimitación de las fronteras, el estatuto de Jerusalén o el derecho al regreso de los refugiados palestinos que huyeron o fueron obligados a abandonar sus tierras.

Gran parte de la comunidad internacional teme que la solución de los dos Estados no sea más que un recuerdo de otra época. La conferencia de París busca reavivar este proceso.

Discusiones sin salida

Los palestinos afirman que las negociaciones bilaterales que se han llevado a cabo durante años con Israel no han servido para nada. Por ello, han decidido darle una dimensión internacional a su causa.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, exige para retomar las conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el fin de la colonización de los territorios palestinos, entre otras condiciones.

Netanyahu rechaza por su parte cualquier condición previa, pero reclama a los palestinos que reconozcan Israel como un Estado judío, una medida que los palestinos rehúyen por miedo a que impida la vuelta de los refugiados.

Para los dos dirigentes, las circunstancias que los rodean hacen que las concesiones sean difíciles.

Netanyahu gobierna con el gabinete más conservador de la historia de Israel. Algunos de sus miembros son abiertamente opuestos a un Estado palestino y defienden con uñas y dientes la colonización.

Abás, por su parte, no ejerce ningún control en la Franja de Gaza, donde Hamas se niega a reconocer Israel. El dirigente tampoco cuenta con el apoyo de la mayoría de los palestinos.

La violencia, las colonias

Tras años de lucha armada palestina, dos levantamientos populares  (intifadas) , varias guerras en la Franja de Gaza, una nueva espiral de violencia azota desde octubre del 2015 los territorios palestinos, Jerusalén e Israel, donde se suceden los ataques contra los israelíes, muchas veces cometidos por jóvenes aislados.

Una semana antes de la conferencia de París, un palestino arrolló a cuatro soldados israelíes con un camión en Jerusalén.

Israel acusa a la Autoridad Palestina de respaldar esta violencia y afirma que la reunión de París hará “retroceder la paz” .

Una gran parte de la comunidad internacional teme que si la colonización continúa, será difícil crear un posible Estado palestino, ya que las implantaciones judías avanzan sin cese en el territorio ocupado por Israel.

Unos 600 mil colonos israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén Este.

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el 23 de diciembre por primera vez desde 1979 una resolución que condena la colonización, gracias a la abstención estadounidense.
 

¿Qué se puede esperar de la conferencia?

La conferencia se celebrará sin la presencia de israelíes ni palestinos.

Francia propuso que el presidente Francois Hollande transmitiera los resultados de la reunión a Abás y Netanyahu. Pero el primer ministro israelí rechazó la invitación y el Elíseo informó que Abas sería recibido “en un marco bilateral en las próximas semanas” .

Para los palestinos, la organización de la conferencia ya es en sí una victoria, pero Netanyahu advirtió que Israel no respetaría los resultados.

El interrogante Trump

La conferencia tiene lugar cinco días antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Tras años de fricciones con la administración Obama, el gobierno israelí espera que la política estadounidense sea a partir de ahora más favorable.

Trump, que condenó la resolución del 23 de diciembre, prometió reconocer Jerusalén como capital de Israel. Un alto responsable palestino estimó por su parte el lunes que con Trump, “todas las señales (eran) negativas” .

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