Una start-up está convencida de que las habilidades adquiridas en los videojuegos, durante años de entrenamiento y “batallas”, se pueden aplicar a situaciones laborales en la vida real.
BBC NEWS MUNDO
Cómo jugar videojuegos puede ayudarte a conseguir un mejor trabajo
La industria de los videojuegos es mayor que la del cine y la música combinadas. Sin embargo, es probable que pocos pongamos nuestros logros de Fortnite en nuestros currículums. Pero ¿por qué no?
Y Game Academy —una organización que ayuda a los jugadores a mejorar sus habilidades— reconoce que dicha creencia está respaldada por datos.
¿Te gustan los videojuegos de rompecabezas como Portal o los juegos de defensa como Defense Grid? El equipo descubrió que los trabajadores de tecnologías de la información juegan con ellos más que el promedio.
Pero si prefieres Civilization, Total War o X-Com, donde la estrategia y la administración de recursos son clave, entonces podría tener más en común con los gerentes.
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La idea de Game Academy es simple: analizar los hábitos de los jugadores desde su perfil de juego en línea y ofrecer cursos de habilidades valiosas que reflejen sus aptitudes y habilidades que pueden practicar y perfeccionar en el juego.
Y ya existe una creciente aceptación de que las habilidades en los videojuegos son transferibles.
Habilidades relevantes en ciertas áreas
Incluso el ejército está contratado a jugadores de videojuegos.
“La capacidad de asimilar información, reaccionar rápidamente y coordinar acciones mientras se mantiene la calma bajo presión son atributos comunes de las personas que son buenas en los videojuegos”, le dijo un portavoz de la Royal Air Force británica a la BBC.
Esas habilidades forman parte de lo que la RAF está buscando “para una variedad de roles”.
“Las habilidades adquiridas a través de los videojuegos pueden ser muy relevantes para ciertas áreas”.
“Hay muchas habilidades sociales que los jugadores pueden utilizar en un entorno profesional, como el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la planificación estratégica“, dice Ryan Gardner, director regional de la compañía de reclutamiento Hays.
¿Pero eso significa realmente que tu récord en el videojuego Overwatch debería estar en tu currículum?
“Se trata de cómo lo haces relevante para el puesto que estás solicitando, o cómo te hace más interesante como potencial empleado”, agrega Gardner.
Jugadores “conscientes”
Hace dos años, un estudio de la Universidad de Glasgow, en Escocia, fue noticia por sugerir que los videojuegos podrían hacer que los estudiantes tuvieran más éxito.
Pero “la investigación no ha logrado provocar un cambio de mentalidad, al menos no todavía”, dice Matthew Barr, uno de los autores del estudio y quien está escribiendo un libro sobre el tema.
“Por ahora, creo que el estigma en torno a los videojuegos significa que decir que eres un jugador experto probablemente perjudicará tus posibilidades de conseguir un trabajo”.
“Pero si alguien puede expresar con claridad cómo ha liderado un equipo en un juego en línea, por ejemplo, puede convencer a un empleador de que esto es útil“, explica Barr.
Jugar videojuegos de forma casual, sin pensar mucho en las habilidades que estás utilizando, es poco probable que ayude a tus perspectivas profesionales.
Pero parte del discurso de Game Academy es transformar a esos jugadores casuales en jugadores “conscientes”, aplicando el pensamiento crítico para desarrollar sus habilidades.
“Vemos los videojuegos como un recurso de talento”, dice David Barrie, cofundador de Game Academy. “Talento social, competitividad o talento estratégico”.
“¿Por qué no podemos poner en nuestros currículums nuestras victorias y logros en un juego?”, se pregunta. “Si requieren liderazgo, ¿por qué no puedo señalar mis años liderando incursiones en World of Warcraft?”
Liderazgo y organización
Ya hay muchos jugadores que saben que su afición los ha convertido en quienes son.
A principios de este año, el jugador Matthew Ricci le dijo al sitio de videojuegos Kotaku: “Si juegas a EVE Online básicamente ya tienes un MBA (Máster en Administración de empresas)”.
A menudo descalificado en los círculos de jugadores de videojuegos como un “simulador de hojas de cálculo”, la economía del universo ficticio de EVE está impulsada por los principios reales del mercado.
Si quieres construir una nueva nave espacial, la materia prima debe ser extraída por otro jugador. Hay que tener en cuenta los costos de fabricación y el precio de los productos fluctúan según la demanda y la distancia de transporte.
Ricci, que siempre había soñado con ser el jefe de su propia compañía, dirigía una corporación dentro del videojuego que comprendía a cientos de jugadores.
Finalmente, se dio cuenta de que podía transferir sus habilidades a negocios en la vida real.
Reestructuró Zentech, que una vez fue un vehículo fiscal para el negocio de su padre, y ahora lleva cuatro años ayudando a marcas internacionales a ingresar al mercado canadiense.
EVE enseña habilidades como la creatividad, liderazgo, organización y resolución de conflictos, sostiene.
Atribuye su éxito a su familia, a su obsesión por dirigir su propio negocio y “a una buena compañía en Islandia —donde se desarrolló EVE— que hizo un buen videojuego”.
Planificación y resolución de problemas
“En entornos más tradicionales se cree que los videojuegos siguen siendo una actividad de adolescentes, una pérdida de tiempo”, dice Mia Bennett, emprendedora digital y consultora de negocios.
Pero hay algunos vínculos con habilidades como “la toma de decisiones, la capacidad de anticipar y la planificación de escenarios”, agrega.
“También ayudan con las metahabilidades: aprender a aprender, experimentar y pensar de forma creativa”.
Tras 12 años desarrollando su carrera, Mark Long, radiofísico del NHS —servicio de salud británico— en Surrey, no tiene tanto tiempo para los videojuegos como antes.
“Me encantaría decir que mis habilidades en los videojuegos me permiten eliminar el cáncer usando linacs (aceleradores lineales, un dispositivo eléctrico para la aceleración de partículas que posean carga eléctrica) como los fotones, pero esa no es la realidad”.
En cambio, le da el crédito a los videojuegos de la vieja escuela como Palace of Magic, como los responsables de su exposición a las computadoras. Cada nueva actualización del juego mejoraba su conocimiento sobre cómo funcionaban.
Los videojuegos también fomentaron una vena competitiva, y eso, según él, se traduce en su trabajo.
“Al crear planes de tratamiento, el objetivo es optimizar la dosis de radiación para el tumor y restringirla tanto como sea posible a los tejidos y órganos circundantes sanos”, explica.
Se trata de “repetir el proceso, pero cada vez hacer algo ligeramente diferente para mejorar el resultado”. No es diferente a lograr un puntaje alto o una carrera perfecta.
“La mayoría de los videojuegos son esencialmente acertijos que hay que resolver”, dice.
“Y la resolución de problemas es una gran parte de mi trabajo”.