La legislación estadounidense indica que cualquier ciudadano extranjero puede pedir asilo.
Muchos se van con la impresión de que Estados Unidos ya no estudia solicitudes de asilo, según una reclamación presentada el viernes ante el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional. Seis grupos, incluyendo a la American Immigration Lawyers Association, la Unión Americana de Libertades Civiles y el American Immigration Council, pidieron una investigación “para enfrentar por completo esta alarmante nueva tendencia” .
Las solicitudes de asilo y otras formas de ayuda humanitaria han crecido en los últimos años y muchas de las personas que cruzan la frontera de forma irregular se entregan en lugar de intentar evitar la captura. Tras pasar una entrevista para determinar su “temor creíble” , sus casos pasan a cortes migratorias, un proceso que puede llevar años y les permite estar en el país hasta que se alcanza una decisión.
En el año fiscal 2016 se registraron 92 mil 71 casos, indicaron los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, que realizan el primer filtro. Es casi el doble de los 47 mil 928 casos gestionados el año anterior y más de 16 veces los 5.523 casos del 2009.
La reclamación de los grupos activistas enumera varios casos de cruces de frontera, ocurridos de California a Texas.
Una mujer salvadoreña que dijo haber recibido amenazas de muerte en su país por su pertenencia a un partido político dijo que cuando llegó con su hijo de tres años el pasado noviembre a un pase fronterizo del sur de Texas y pidió protección, se rieron de ella, la amenazaron y la enviaron de vuelta.
A un expolicía mexicano que había sido “brutalmente atacado por un cartel” , los agentes en San Diego le dijeron supuestamente en julio que no se aceptaban solicitudes de asilo, de modo que se vio forzado a esconderse.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP en inglés) , que forma parte del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que no ha habido cambios de política sobre los procedimientos de asilo y que no tolera ningún maltrato.
Si alguien expresa temor de que lo devuelvan a su país de origen, debe ser derivado a un funcionario de asilo para su evaluación preliminar.
“Estados Unidos cumple desde hace tiempo con las leyes y convenciones internacionales que permiten a la gente pedir asilo basándose en que estén perseguidos por su raza, religión, nacionalidad, convicciones políticas y otros factores”, dijo la agencia.