Un total de 21 autobuses, seis vehículos y un camión fueron incendiados en Natal, la capital de ese Estado nordestino, y en otras cinco ciudades (Caicó, Parnamirim, Maxaranguape, Bento Fernandes y Macau) , indicó a la AFP un portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública (Sesed) de Rio Grande do Norte.
Siete personas fueron detenidas en esos incidentes, agregó, asegurando que la situación tendía a normalizarse por la mañana.
En la penitenciaría de Seridó, en Caicó, se produjo un “inicio de rebelión” que se saldó con un muerto y cinco heridos, señaló el funcionario.
Este motín “puede estar relacionado con el enfrentamiento” entre dos facciones de narcotraficantes en la cárcel de Alcauz, indicó.
La policía ingresó el miércoles en ese penal, del que extrajo a 220 presos del grupo denominado Sindicato do crime RN para llevarlos a otros establecimientos.
Este grupo criminal, al que pertenecerían la mayoría de los 26 muertos, había tratado de atacar el pabellón donde están confinados los miembros del Primer Comando Capital (PCC) para vengar la masacre de sus compañeros, muchos de ellos decapitados e incinerados.
Los trasladados debían ser sustituidos por 116 detenidos en la cárcel de Parnamirim, que no pertenecerían a ninguna facción, pero una decisión judicial bloqueó el arribo y los reclusos fueron trasladados provisoriamente a un tercer penal, en las afueras de la ciudad.
Los miembros del RN exigían la evacuación de Alcauz de los miembros del PCC.
Según imágenes de la televisión Globo News, los reos, que se desplazaban sin estorbos con palos y otros objetos contundentes por el patio de la penitenciaría, hostigaban el pabellón 5, donde se hallan los reclusos del PCC.