“Vamos a unificar nuestro país”, dijo Trump en un corto e improvisado discurso ante el Memorial Lincoln, en Washington y delante de miles de seguidores.
El mandatario electo prometió que él y su equipo harán “cosas que no han sido hechas en nuestro país por muchas, muchas décadas. Las cosas van a cambiar”.
Trump recordó que durante su campaña electoral “hice un llamado a los hombres olvidados y las mujeres olvidadas. Bueno, ya no están más en el olvido, les aseguro”.
De acuerdo con Trump, el “movimiento” que terminó por conducirlo a la Casa Blanca es mucho más grande que él mismo. “Yo soy apenas el mensajero”, dijo.
Para el presidente electo, es “un movimiento como nunca antes se había visto en ninguna parte del mundo. Nunca hubo un movimiento igual. Es algo muy, muy especial”.
Trump habló a la multitud frente al monumento a Abraham Lincoln después de un espectáculo musical, y tras su discurso hubo un impresionante despliegue pirotécnico.
Ofrenda a soldados caídos
Pero las actividades del presidente electo de Estados Unidos, comenzaron en el Cementerio Militar Arlington donde colocó una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido.
A ese lugar, Trump acudió con su esposa Melania (vestida de negro y con grandes gafas de sol) a una ceremonia que tradicionalmente sirve de apertura de los actos oficiales de las investiduras presidenciales, que mañana al mediodía oficializará el inicio del mandato del 45 presidente de Estados Unidos.
Bajo un atardecer relativamente soleado en Washington, Trump estuvo también acompañado de sus hijos Ivanka, Tifanny, Donald Jr. y Eric y sus respectivas familias.
El presidente Trump y su vicepresidente, Mike Pence, colocaron la corona de flores de manera solemne y en silencio en una ceremonia en la que se rindieron honores castrenses.
La ceremonia sirve como símbolo en recuerdo de las víctimas de todas las guerras estadounidenses y en honor de las familias de los veteranos, algo que Trump intentó poner en el centro de su campaña desde el inicio de su carrera hacia la Casa Blanca como candidato republicano.
El cementerio de Arlington, creado en 1860 y que se ubica en una colina frente a la ciudad de Washington, es el lugar de descanso de los restos mortales de 400.000 estadounidenses caídos y de otros 11 países y es visitado anualmente por unos cuatro millones de personas.
Además, el camposanto es el lugar donde descansan los restos del presidente John Fitzgerald Kennedy.
Tras la breve ceremonia de ofrenda, Trump se dirigirá a un concierto en el monumento conmemorativo al presidente Abraham Lincoln, uno de los lugares más icónicos en uno de los extremos de la explanada del National Mall, en el centro de Washington.
Allí se dará su primer baño de masas con simpatizantes en esta investidura que tendrá su momento central en la jura del cargo en la escalinata del Capitolio al mediodía.
Trump aterrizó en la base aérea de Andrews (Maryland), a las afueras de Washington, a bordo de un avión militar unos minutos después de las 12.00 hora local (17.00 GMT) y acompañado de buena parte de su familia.
El presidente electo, de traje oscuro, corbata azul y camisa blanca, saludó desde la escalerilla del avión antes de bajar, acompañado de su esposa, Melania, vestida de negro y con gafas de sol.
El magnate inmobiliario, que se convertirá en menos de 24 horas en el presidente número 45 de la historia de EE.UU., visitará primero su hotel en Washington, ubicado muy cerca de la Casa Blanca y en plena ruta del tradicional desfile de investidura previsto para el viernes, a fin de participar en un almuerzo.
Después, Trump se desplazará al cementerio militar de Arlington, a las afueras de Washington, en compañía del vicepresidente electo, Mike Pence, para depositar una ofrenda floral en la tumba al soldado desconocido.
Más tarde, Trump y Pence prevén asistir a un concierto multitudinario en el Monumento a Lincoln de la capital estadounidense.
Trump pasará la noche en la Blair House, una mansión ubicada muy cerca de la Casa Blanca y destinada a hospedar a jefes de Estado en sus visitas oficiales a Washington.
Ya este viernes, antes de la ceremonia de investidura, Trump y su familia asistirán a un servicio religioso y luego acudirán a tomar un té a la Casa Blanca, invitados por el presidente saliente, Barack Obama, y su esposa, Michelle.
La ceremonia oficial de investidura comenzará a partir de las 11.30 hora local (18.30 GMT) y, exactamente a las 12.01 (19.01 GMT), Trump será ya el nuevo presidente de Estados Unidos.
Trump jurará el cargo sobre una Biblia de su propiedad y sobre otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por Obama en sus dos investiduras.
Gabinete ya completo
El presidente electo llegará a la capital estadounidense con su gabinete completo, ya que este jueves escogió a Sonny Perdue, exgobernador del estado de Georgia, como secretario de Agricultura.
Así, el primer nivel del gobierno está completo, aunque todos ellos deberán ser confirmados por el Senado después de audiencias que comenzaron la semana pasada.
En total, se trata de 15 integrantes del gabinete y siete otros cargos que poseen rango equivalente. En el grupo escogido por Trump hay apenas cuatro mujeres, un negro y ningún hispano.
Fuentes próximas al presidente electo filtraron a la prensa en la noche del miércoles que aún estaba dando los retoques finales a su discurso de investidura.
Trump habría consultado con algunos historiadores y en compañía de asesores ha analizado los discursos de otros presidentes.
“Pero será un texto de Trump. Él lo está escribiendo, él lo edita y él lo corrige” , dijo Sean Spicer, quien será vocero de la Casa Blanca.
El discurso del presiente deberá extenderse por unos 20 minutos, estimó.
Miles en la capital
Cientos de miles de ciudadanos, entre partidarios y opositores al nuevo mandatario, comenzaron a llegar a la capital para participar en este ritual democrático en el cual participarán numerosos dirigentes políticos del país y tres expresidentes.
Jimmy Carter, George W. Bush y Bill Clinton confirmaron presencia. Este último estará acompañado por su esposa, Hillary Clinton, derrotada por Trump en las últimas elecciones.
El presidente George H.W. Bush no participará ya que se encuentra hospitalizado.
Trump “tiene verdadera prisa de llegar a la Casa Blanca y de ponerse a trabajar para los estadounidenses” , dijo el miércoles su vicepresidente, el conservador Mike Pence, de 57 años.
Sin experiencia política ni militar, el flamante septuagenario Donald Trump fue elegido, de cierta manera, gracias a sus malos modales: sus electores, surgidos de las clases populares, lo catapultaron a la presidencia para dar vuelta la página de la era Obama y alterar profundamente el statu quo político. El magnate prometió ponerse manos a la obra muy rápidamente.
Luego de despedirse de Barack Obama, el republicano prevé estampar su firma en cuatro o cinco decretos el propio viernes, y en muchos otros, más importantes, a partir del lunes, con el fin de desmantelar todo lo posible de la gestión de su predecesor sin esperar al Congreso, en temas como inmigración, medio ambiente, energía, derecho laboral.
Oposición demócrata se organiza
El presidente saliente lanzó el miércoles una suerte de advertencia a su sucesor. Prácticamente ya jubilado, el demócrata, de 55 años, reiteró que no intervendrá regularmente en el juego político pero que no se callará en caso de que juzgue que Trump va más allá de algunas líneas rojas.
La oposición demócrata se está organizando sin el actual presidente.
Un tercio de los legisladores de ese signo boicoteará la ceremonia del viernes y en el Senado los demócratas intentarán dificultar la asunción de varios miembros del gabinete de Trump.
Los republicanos pretendían que el mismo viernes al menos siete integrantes del nuevo gabinete fueran confirmados en sus cargos por Senado, pero es probable que fracasen en el intento.