De manera paralela, y derivado de su cargo, sirvió a la mencionada estructura criminal y tomó el papel de supervisor de la entrega de coimas, con lo cual también verificaba qué contenedores debían pasar sin revisiones y menor pago arancelario.
Eso fue lo que le dijo Guillén al órgano investigador como anticipo de prueba en el caso. Para evitar que la información se haga pública antes de que hable ante el juez de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, su testimonio fue declarado bajo reserva, explicó su abogado, Juan Carlos de Paz.
El caso se hizo público el 16 de abril del 2015, cuando fueron capturados varios de los ahora acusados. En ese momento las autoridades no localizaron a Guillén y este permaneció prófugo hasta el 10 de mayo del 2016, cuando se presentó.
Con su testimonio, sumado a las declaraciones de Estuardo Salvador González y de Juan Carlos Monzón, exsecretario de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) tiene un mapa detallado de la red.
Gálvez informó ayer en la audiencia en la cual se discutiría la acusación del caso que el pasado 27 de enero se aceptó al procesado como tercer colaborador eficaz. Ese día el juez celebró una diligencia en la cual participaron Guillén, Monzón, el abogado Alexis Calderón, quien defiende a ambos; el fiscal Juan Francisco Sandoval, jefe de la Feci; y Luis Fernando Orozco, mandatario de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, y aceptó el acuerdo de colaboración de ambos.
Durante la audiencia de ayer, el juez indicó a los defensores de los otros acusados que se les entregaría una copia del acta del acuerdo de colaboración.
Beneficio
El acuerdo de Guillén fue elaborado en la sede de la Feci, el 7 de octubre último, y en ese momento se identificó al sindicado como de 38 años, originario de Chiquimula y casado. Se encontraba en Pavoncito, por asociación ilícita, cohecho pasivo y casos especiales de defraudación aduanera.
En el acta se indica que se solicitarán las penas mínimas de los delitos, ya que confesó sus acciones, pero que se pediría la rebaja de las sanciones en dos terceras partes, por haber colaborado.
Debido a que Baldetti no asistió porque participaba en otra audiencia, Gálvez reprogramó la vista para el 6 de febrero.
Rechaza retraso
El expresidente Otto Pérez Molina acudió a la audiencia de apertura a juicio por el caso La Línea, con una llamativa barba blanca con corte de candado y reaccionó al momento de que la sesión se aplazara.
Pérez dijo que se movilizaron recursos de manera desproporcionada, pues ya era del conocimiento del Juzgado de Mayor Riesgo B que no todos los acusados estarían presetnes en la diligencia.
Afirmó que durante el proceso se han cometido varias ilegalidades y citó la prisión preventiva que mantienen los sindicados.
Aseguró que él lleva 16 meses en la cárcel y calificó esa medida como un castigo previo a que se le dicte sentencia.
Pérez Molina hizo énfasis en que se vulnera la soberanía del país, pues se permite la injerencia de representantes de otras naciones en asuntos de legalidad y justicia.
Instó al presidente Jimmy Morales a tomar las riendas de su cargo y “demostrar su autoridad”.
