“Nosotros tomamos esas acciones —vapulear o linchar— porque los policías se venden. Todos en este sector hemos sido asaltados. El colmo es que los agentes ven a los delincuentes huir y subirse a las camionetas, y no hacen nada. En estos tiempos, a los delincuentes no les importa que vayamos con niños o estemos embarazadas. Si en mí estuviera, en el momento los malmato”, expresó Jenny García, vecina de la zona 12, mientras a escasos metros agonizaba un supuesto delincuente que había sido golpeado minutos antes por una turba.
En referencia al hecho, la Policía Nacional Civil (PNC) estableció que a las 10.40 horas de ayer, en la 9a. avenida y 17 calle, varios individuos dispararon contra el piloto de un mototaxi, quien antes les gritó: “¡Yo ya pagué la extorsión!” y los agresores le respondieron: “¡No importa!”.
El golpeado fue llevada al Hospital Roosevelt, pero por la gravedad de las heridas falleció. Los cuerpos de socorro dijeron que vestía camisa color marrón, pantalón de lona azul y zapatos blancos.Mientras era trasladado, unos 200 vecinos identificaron a otros sospechosos y los persiguieron.
Al darle alcance a uno de los supuestos victimarios, o vapulearon y se negaron a entregarlo a los bomberos para que fuera atendido. Cuando agentes de la PNC llegaron al lugar, el grupo lo entregó y fue llevado al Hospital Roosevelt. “La víctima mortal tenía golpes contusos y cortantes en diferentes partes del cuerpo. Tampoco fue identificado”, dijeron socorristas.
También en la calle Martí
Dos horas antes, en la 9a. avenida y calle Martí, zona 2, un hombre se acercó a una panadería y le disparó al guardia de seguridad, identificado como Joel Alegría Morataya, de 58 años, quien fue trasladado al Hospital General San Juan de Dios.
“Unas 200 personas siguieron al sospechoso, le dieron alcance y lo agredieron, y fue trasladado al San Juan de Dios”, detalló el reporte, y más tarde se confirmó su deceso.
Una de las hipótesis de los investigadores es que el sospechoso pretendía intimidar a los propietarios del negocio para que le pagaran una extorsión de Q30 mil, pero como se negaron, ayer se bajó de una moto, caminó a la entrada principal del local y disparó. Corrió hacia la calle Martí, donde fue alcanzado por la turba.
Entre la evidencia hay un arma de fuego tipo revólver, con cacha de plástico, deteriorado, y con registro 10992.
Pasajero repele asalto
Cerca de las 9 horas, en el bulevar Liberación se registraba otro hecho: tres hombres se subieron a un bus de la ruta 25 —que cubre de la colonia El Milagro al Centro Histórico— para asaltar a los pasajeros, sin contar con que un pasajero iba armado y los atacó. Una bala alcanzó a un sospechoso, quien cayó herido en las gradas de la unidad. Horas después llegó un familiar y lo identificó como Manuel Enrique Chos, de 50 años. Aseguró que este era vendedor de papa. “Yo no exigiré que las autoridades hagan justicia, porque eso lleva tiempo y somos comerciantes y no podríamos. Será Dios quien se encargue”, aseveró.
Ataca a ladrón
El miércoles último, dos individuos intentaron robar la motocicleta de Walter Girón, en la zona 18. Éste logró evitarlo, pero más tarde uno de los ladrones llegó a disparar contra la vivienda del afectado, pero se le agotaron las balas. En ese momento, Girón sacó un machete y mató al delincuente. A la par del cadáver quedaron la pistola y 11 casquillos.
Causas y efectos
El sociólogo Carlos Seijas considera que una de las causas que obligan a los pobladores a tomar la justicia en sus manos es la ausencia de protección por parte de las autoridades, sin tomar en cuenta que con esas medidas ellos también incurren en delitos.
“El guatemalteco suele estar muy frustrado por el poco acceso al campo político, salud, educación y espacios donde escuchen y atiendan sus peticiones. Es un nivel de frustración tal que los ha llevado a estas consecuencias”, afirmó.
Agregó que otro factor es que la población ve que los casos en los órganos judiciales son muy largos y considera que los delincuentes no reciben el castigo que merecen.
Lizandro Acuña, experto en el área de Justicia y Seguridad Ciudadana del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC, indicó que hay ausencia de la PNC y eso lleva a los vecinos a organizarse en grupos de seguridad.
“Esa ausencia de Estado es aprovechada por el crimen organizado, que a veces sustituye la función de crear oportunidades de desarrollo, garantizar la seguridad y justicia para los ciudadanos. El otro factor también es la falta de confianza de la población en las autoridades. Vemos policías involucrados en el crimen organizado y los procedimientos engorrosos en el sistema de justicia”, dijo.
En cada uno de los hechos violentos descritos, las redes sociales justifican en mayor o menor grado el actuar de los enardecidos vecinos, aunque también reconocen la ilegalidad.
Gobierno reacciona
Francisco Rivas, ministro de Gobernación, informó en mensaje de texto que trabajan en monitoreos y en análisis de hechos violentos, con el fin de determinar si existen patrones comunes que los orienten a determinar el origen de estos, los cuales pueden ser atribuidos a violencia común o delincuencia organizada. Refirió que en el transporte urbano desarrollan esquemas operativos por medio de la Subdirección Operativa.
El ministro de la Defensa, Williams Mancilla, señaló que se deben cumplir tres fases para retirar a las fuerzas castrenses de la seguridad ciudadana, pero al culminar cada una de estas se hará un análisis de resultados.
Más violento
Cifras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) revelaron que las muertes aumentaron en Guatemala y Alta Verapaz, aunque a escala nacional muestran una reducción de 259 muertes violentas en 2016 en relación con el 2015.
A pesar de que hubo una reducción de 259 muertes violentas en el 2016, en relación con el 2015 estas aumentaron en Guatemala y Alta Verapaz.
En los últimos cuatro años, enero ha sido marcado por un promedio de 474 muertes; la mayoría en el área central.
Estadísticas del Inacif revelan que Guatemala tuvo un repunte en el 2016, al reportar dos mil 138 muertes, cuando en el 2015 se registraron 1,995, por lo que hubo un incremento de 143.
Escuintla tuvo una reducción de 122 homicidios al comparar el 2016 con 2015, pero sigue siendo uno de los dos departamentos que encabezan la lista de muertes violentas. Le siguen Petén, Izabal, Chiquimula y Jutiapa.
Los departamentos con menor incidencia de violencia son Quiché, donde se reportan 28 muertes; Sololá, con 30; Baja Verapaz, con 36; Totonicapán, 49; Huehuetenango, 66; y Sacatepéquez, 68.