Mao Baoli tenía 16 años y estudiaba para convertirse en policía en una región del norte de China cuando comenzó a sentir atracción por algunos de sus compañeros.
BBC NEWS MUNDO
De policía gay escondido a millonario: la historia del creador de la app para citas gays más exitosa de China
"Empecé la página web porque me sentía muy solitario siendo un hombre gay. Quería compartir mi secreto y decirles a otras personas homosexuales que no estaban locas".
“Sabía que era gay y que no podía decirles a mis colegas porque en ese entonces todos pensaban que ser homosexual era una enfermedad”.
Corría el año 1995.
Después de revisar páginas web de otros países que hablaban de la homosexualidad como algo natural, Mao decidió crearse un seudónimo y empezar un portal web que fue creciendo rápidamente en seguidores.
Hoy en día Mao es uno de los hombres abiertamente gay más famosos en China por haber creado Blued, la app de citas gay para hombres más grande del país.
Pero antes de alcanzar el éxito y la notoriedad, Mao atravesó dudas y frustraciones por su identidad sexual.
El empresario conversó con la BBC sobre su largo camino para llegar a donde está hoy.
“Me convertí en policía porque vengo de una familia muy pobre. Ser policía era un trabajo estable que me permitía ganar suficiente dinero para ayudar a mi familia.
Disfrutaba mucho de mi labor, sentía que era significativo y que tenía sentido de justicia.
Me di cuenta de que era gay mientras asistía a la academia de policía.
Me atraían varios chicos de la clase, pero la mayoría eran muy masculinos, les gustaba beber alcohol, manejar motocicletas y hablar de mujeres. No eran muy receptivos con las personas LGBT.
En ese entonces, la sociedad era muy intolerante con las personas gay. Todos pensaban que los homosexuales estaban enfermos.
Yo mismo lo pensé, y por eso busqué en internet formas de curarme.
Encontré que algunos hospitales contaban con ‘métodos’ para cambiar la sexualidad. Uno de ellos era mediante el uso de electricidad.
Al paciente lo hacen ver videos homosexuales y si llega a excitarse lo electrocutan.
Pero sonaba tan terrible que no quise probarlo.
Luego busqué páginas web de países extranjeros y descubrí la verdad sobre mi sexualidad.
Por ejemplo, un grupo de expertos señalaba que entre el 5% y el 10% de la población es gay.
Desde ahí, comencé a entender que ser gay es normal y que no es una enfermedad.
Me sentía muy solo y quería compartir mi secreto. Quería decirle a la gente que no estaba loca.
Adopté el seudónimo de ‘Geng Lee’ y comencé a publicar y traducir algunos artículos extranjeros relacionados con la comunidad LGBT.
En ese tiempo, la tasa de suicidios de personas gay en China era muy alta.
La página web comenzó a ganar seguidores que en su mayoría compartían historias muy tristes sobre su sexualidad.
Recuerdo haber recibido cientos de mensajes en un solo día y haberme sentido muy feliz porque en la vida real no tenía muchos amigos gay. Además, ni mi familia, ni mis colegas ni mis amigos sabían de la página web.
Inclusive me casé con una mujer por la presión que existe en China de contraer matrimonio para ser exitoso en tu profesión.
Muchos homosexuales en China resuelven este problema mediante un matrimonio falso. Así que encontré a alguien dispuesta a hacer eso conmigo.
Pero todo cambió cuando un amigo que era periodista me propuso entrevistarme para un documental.
El filme terminó volviéndose viral y todos se enteraron de que era gay. Tenía 35 años.
La unidad de la policía en la que trabajaba me llamó inmediatamente después de ver el documental.
Me advirtieron que debía escoger entre conservar mi trabajo o administrar la página web.
Los miembros de mi familia se culparon a sí mismos por mi sexualidad y se deprimieron.
Al final, decidí huir a Pekín para no tener que visitar a mis padres con tanta frecuencia.
Mi esposa no vino conmigo y nuestro matrimonio terminó. Me reclamó el daño que le había hecho a su familia, pero hoy en día somos buenos amigos.
Cuando renuncié a mi trabajo para dedicarme de lleno al portal web, la transición fue muy dura al principio.
No obtenía ingresos de la página y empecé a sentir mucha presión y arrepentimiento.
Sufrí de depresión y hasta pensé en suicidarme.
Pero por fortuna, conté con el apoyo de algunos amigos.
En 2012 el negocio de los celulares inteligentes se expandió rápidamente en China, y ahí fue cuando pensé en crear una app que fuese una red social para la comunidad gay masculina.
A los pocos meses de lanzar la app, llamada Blued, ya teníamos medio millón de usuarios y eso atrajo una gran cantidad de inversiones.
Hoy en día contamos con alrededor de 30 millones de usuarios y la compañía tiene un valor estimado de US$500 millones.
El panorama ha cambiado mucho desde que inicié mi página web.
Ahora he podido reunirme con políticos chinos y las compañías están dispuestas a invertir. Creo que estas son señales valiosas de que China está mejorando su actitud hacia la comunidad LGBT.
En la compañía decidimos utilizar una parte de los ingresos para ayudar a siete parejas a casarse en Estados Unidos.
Pude haber hecho lo mismo con mi pareja, con la que llevo cinco años de relación, pero tengo la esperanza de que algún día podamos casarnos en China”.