“Gastamos cerca de US$500 millones por semana en los principales proyectos y eso va a continuar así durante los próximos tres o cuatro años a fin de conseguir nuestro objetivo, que no es otro que estar preparados para 2022”, indicó a los periodistas en rueda de prensa.
Ali Shareef Al-Emadi, ministro de Finanzas
En total, la potencia petrolera desembolsará €200 mil millones para organizar la Copa del Mundo.
“El 90 por ciento de los contratos ya han sido adjudicados, y esto no comprende únicamente estadios, también vamos a contruir autopistas, vías férreas, aeropuertos… Las verdaderas infraestructuras, hospitales y todo lo demás”, dijo.
Cuestionado por el hecho de que dicho gasto hará del Mundial de Qatar el más caro de la historia, el ministro argumentó que “si tenemos en cuenta únicamente la construcción de estadios, no será el Mundial más caro de la historia”.
Además, Al-Emadi aseguró que está inversión está fuera de peligro en lo que déficit presupuestario se refiere, aunque el país haya experimentado recientemente problemas en ése sentido a causa de las fluctuaciones en el precio del petróleo.
Qatar sufrió el año pasado su primer déficit presupuestario en 15 años, cifrado en más de €11 mil 200 millones.