Lidia Guerra, directora de la entidad, señaló que el acoso sexual es “un grave problema que refleja la permivisidad de la sociedad guatemalteca hacia ese tipo de comportamientos”.
Guerra refirió que en muchos casos las víctimas del acecho sexual no denuncian por temor y “el colmo es que hay testigos y nadie se anima a ayudar a la persona vulnerada”.
Según el estudio, las mujeres son más vulnerables al acoso y en los casos más reportados —el 41.8 por ciento— las víctimas tienen entre 21 y 25 años.
Aceptación
“El problema es que tanto víctimas como testigos de un acosador ven como normal ese tipo de hostigamiento. Ese pensamiento de ignorar casos genera más vulnerabilidad y debemos cambiar y actuar para protegernos”, enfatizó Guerra.
El jueves último fue capturado William Augusto Valdez Figueroa por supuestamente acosar a una pasajera adentro de un autobús del Transmetro.
La mujer alertó a policías municipales y luego el agresor fue detenido por agentes de la Policía.
“En Transmetro se actuó eficiente para capturar al agresor sexual, pero el desafío es erradicar el acoso en el resto del transporte”, manifiestó Guerra.
La denuncia
Desde septiembre del 2016 se empezó a implementar un plan de prueba para la prevención del acoso en el Transmetro, y se han detectado siete casos en los que las víctimas han interpuesto una denuncia en el Ministerio Público y los acechadores han sido ligados a proceso.
El método usado consiste en alertar a la Policía Municipal del acoso para que la Policía Nacional Civil detenga al agresor, y luego la Fiscalía investiga.
Gloria Estrada a diario se traslada de Villa Nueva a Mixco, y señala que viajar en autobús es incómodo: “Hay hombres educados, pero los hay deshonestos y perversos. Siempre voy en riesgo”.
En los autobuses del transporte urbano frecuentemente se registran casos de agresión sexual, que empiezan con acoso hasta vulnerar a la víctima. La mayoría de afectados son mujeres.