Julia Barrera, vocera del Ministerio Público, explicó que la Fiscalía de Delitos de Narcoactividad investiga las ocho pistas clandestinas para luego coordinar la destrucción de las mismas.
La mayoría de las pistas se encuentran en la periferia del Lago de Izabal, indicó Barrera, quien señaló que estas pistas fueron identificadas antes de los hechos ocurridos en Samuy 2, El Estor.
El día del incidente, el Ejército destruyó una pista clandestina en San Andrés, Petén.
Hasta el 10 de julio pasado, el Ejército de Guatemala contabilizaba 22 avionetas abandonadas en distintas pistas clandestinas ubicadas en seis departamentos del país -Petén, Izabal, Retalhuleu, Escuintla, Quiché y Alta Veraz-. Sin embargo, con el hallazgo de una avioneta abandonada en la costa sur esta semana, ya suman 30.
De acuerdo a las pesquisas, las aeronaves quedan abandonadas en esos lugares por la cercanía con México o con el mar. La mayoría de avionetas son incineradas antes de que las autoridades logren llegar a los lugares.
#Petén | #EjércitoGT realizó inhabilitación de pista clandestina "La Profundidad" ubicada en San Andrés, como parte de la lucha contra el crimen organizado transnacional.#365DíasAlServicioDeMiPatria pic.twitter.com/tAQlPaUC6z
— Ejército Guatemala (@Ejercito_GT) September 5, 2019
Despachos recientes de las agencias AFP y EFE refieren que Washington calcula que el 90 por ciento de la cocaína que llega a Estados Unidos pasa en avionetas, lanchas y hasta submarinos por México y Centroamérica.
Según las estadísticas de la Policía Nacional Civil, en lo que va del año se han incautado más de 13 mil kilos de cocaína, con lo cual se superaron los siete mil 462 kilos de los primeros ocho meses del 2018, indicaron.
En 2016 se incautaron 12 mil 816 kilos de cocaína; en 2017, 13 mil 659, y en 2018, 16 mil 829 kilos, consignan estas agencias noticiosas.
Sin capacidad
Un reporte de estrategia del control de narcóticos de Estados Unidos, elaborado en marzo de este año, refiere que Guatemala carece de la capacidad de interceptar aeronaves entrantes sospechosas de tráfico de drogas, y que las organizaciones de tráfico son fácilmente capaces de cambiar las ubicaciones de aterrizaje según sea necesario.
“La Fuerza Aérea de Guatemala juega un papel crítico en la detección y monitoreo de aeronaves sospechosas de tráfico de drogas ilícitas dentro y fuera de Guatemala, pero carece de capacidad, incluidos los activos de ala giratoria”, señala el informe.
El documento agrega que “los esfuerzos de interdicción de Guatemala resultaron en la incautación de una sola carga de cocaína por vía aérea en 2018 (en tierra) y la incautación de varios aviones, incluidos algunos ocultos por traficantes en lugares remotos. Las agencias guatemaltecas solo desactivaron dos aeródromos clandestinos sospechosos en 2018, y uno de ellos volvió al uso operativo en dos semanas. Los traficantes probablemente continuar explotando las brechas de capacidad de Guatemala en este sector”.
En mayo de 2018, las autoridades descubrieron cerca de 75 mil plantas de cocaína en una hectárea de tierra en Cobán, Alta Verapaz. Esta fue la primera identificación conocida de cultivo dentro de Guatemala, las plantas fueron destruidas.
“El gobierno guatemalteco continúa luchando para estimar el número de hectáreas bajo cultivo de amapola en la región de San Marcos, cerca de la frontera con México. Las autoridades gubernamentales no tienen una estimación precisa, y la presencia gubernamental limitada y las operaciones desde el estado de emergencia en 2017 han reducido la visibilidad de la situación actual. Si bien las autoridades gubernamentales han afirmado informalmente que hay menos cultivo de amapola debido a precios decrecientes, no hay confirmación independiente de estos reclamos”, se lee en el reporte.
Pero la droga que pasa por Guatemala para llegar a Estados Unidos podría salir en vuelos desde Venezuela, según una investigación publicada en abril pasado por la cadena CNN.
El trabajo de los periodistas de esa cadena duró un mes y trazó la ruta de la cocaína desde los puntos de cultivo, en Colombia, hasta el aumento de supuestos vuelos con droga desde Venezuela.
“El número de presuntos vuelos de drogas desde Venezuela ha aumentado de aproximadamente dos vuelos por semana en 2017 a casi a diario en 2018, según un funcionario estadounidense. Este año, el mismo funcionario ha visto hasta cinco vuelos nocturnos en el cielo a la vez”, indica la publicación.
De acuerdo con la investigación periodística, “de 2018 de las rutas de avión vistas por CNN muestra su salida de la región del noroeste de Venezuela, Zulia, su paso hacia el norte hacia el Caribe, y luego su giro brusco hacia el oeste hacia sus destinos en las remotas tierras agrícolas de Guatemala, en la costa hondureña, y algunos en el Caribe. A partir de ahí, las drogas se envían a México y luego se distribuyen a las ciudades estadounidenses”.
“En 2017, el ex vicepresidente venezolano Tareck El Aissami fue sancionado por el Tesoro de los EE. UU. por supervisar o poseer parcialmente envíos de narcóticos de más de mil kilogramos (2,200 libras) desde Venezuela en múltiples ocasiones”, indica la publicación.
#ComunicadoDePrensa | Localización de aeronave tipo jet accidentada. pic.twitter.com/K7MJqdi0ll
— Ejército Guatemala (@Ejercito_GT) September 2, 2019
Estas acciones fueron analizadas en una publicación de Insight Crime, en julio último. “Amplias extensiones de tierras inaccesibles propicias para el uso de pistas clandestinas y los débiles sistemas de control aéreo han hecho de Guatemala una plataforma de aterrizaje y punto de tránsito para los narcoaviones cargados de cocaína”.
“Los traficantes podrían estar mirando hacia Guatemala como destino para los narcovuelos luego de que las autoridades tomaran medidas enérgicas en otras rutas. Honduras fue un punto de tránsito importante para los narcóticos procedentes de Suramérica. Pero la compra de radares de Israel y la estrecha coordinación con las autoridades estadounidenses han permitido reducir la afluencia de narcovuelos en ese país”, refieren.
Insisten en compra
El vicepresidente Jafeth Cabrera ofreció declaraciones el jueves 5 de septiembre en la reunión de la Comisión contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas, en el Palacio Nacional de la Cultura y dijo se refirió a los aviones argentinos Pampa III para combatir el narcotráfico en el país.
“El Ministerio de la Defensa está trabajando un plan para recuperar la gobernabilidad, de compras no se ha hablado, después se dirá si hubiese alguna necesidad de compra. Lo de los aviones, el presidente lo mencionó –la compra- porque es parte de un proceso, porque se necesita fortalecer al Ejército para no tener estos problemas. Un avión que iba a aterrizar en esa región se fue a Retalhuleu, ellos -el crimen organizado- sí tienen facilidad de desplazarse y el Ejército ha tenido que actuar, con sus limitantes”, expresó.
Según las autoridades, los Pampa III pueden alcanzar una velocidad de 800 kilómetros por hora, lo que les permitirá interceptar los aviones tipo jet que pretendan ingresar al país con droga u otros ilícitos.
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