Luego de la denuncia, investigadores de la PNC asesoraron a la familia, lo que permitió instalar un operativo para capturar a los dos sindicados.
Cuando pobladores se enteraron de las dos capturas, taparon las salidas del caserío y obligaron a los agentes a que les entregaran a los dos presuntos delincuentes.
La turba agredió a ambas personas e intentó quemarlos, pues vecinos aseguran estar cansados de la delincuencia que opera en el sector y afirman que están organizados para protegerse.
Ramírez detalló que luego del diálogo, los dos vapuleados fueron entregados a agentes de la PNC, quienes los trasladaron al Hospital Regional de Huehuetenango.
Víctima
Agregó que un hombre de 59 años, recibió múltiples llamadas telefónicas, de parte de desconocidos que le exigían Q75 mil a cambio de no hacerle daño a su familia. Explicó que la víctima denunció, lo que originó una investigación.
Vayron Herrera, delegado departamental de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, detalló que lo sucedido, es una reacción común en las comunidades, donde la población afirma estar cansada por la delincuencia.
Resaltó que, gracias a la mediación, se logró persuadir a los líderes comunitarios para que la turba entregara a los detenidos a las fuerzas de seguridad.
Sin respuesta
Para Erick Villatoro, auxiliar departamental de la Procuraduría de los Derechos Humanos, un linchamiento no se puede considerar como justicia, pese a que es una forma de expresión de la población que no encuentra en el sistema judicial una respuesta a sus demandas de vivir en paz y con tranquilidad.