El mandatario señaló que el actual sistema genera “enormes ganancias” a la AFP y que “llegó el momento de compartir sus ganancias” con los trabajadores para “garantizar las pensiones de forma permanente” .
“No es posible que los salvadoreños que están pensionados hayan trabajado toda su vida (…) y no puedan tener una vida tranquila y feliz” , lamentó Sánchez Cerén en la localidad occidental de Acajutla.
Una de las principales medidas que propuso la Iniciativa Ciudadana para las Pensiones (ICP) es la de incrementar en 1% la cotización de los trabajadores y del aporte patronal para pasar de un importe mensual del 13 % del salario al 15 %.
También propuso que los trabajadores puedan tomar una parte de sus ahorros en el sistema de pensiones para proyectos personales, que devolverían después en cuotas.
Esta propuesta se suma a la hecha por el Gobierno en febrero del 2016, en la que sugiere la creación de un sistema mixto, compuesto por un régimen de “reparto” basado en la “solidaridad intergeneracional” y otro de “capitalización” asentado en el “ahorro individual” .
En 2016, El Salvador estuvo al borde del “default” de su deuda pública a corto plazo, en buena partes, según el Gobierno, por el pago de pensiones que asumió el Ejecutivo en 1998 con la privatización del sistema.
Cifras oficiales señalan que el Gobierno canceló US%215 millones en pensiones de unos 260 mil jubilados en 2016 y las proyecciones apuntan a que la deuda anual podría superar los 1.000 millones de dólares en 2035 sin una reforma.
Se calcula que el déficit fiscal salvadoreño para 2017 represente el 3.3 % del producto interno bruto (PIB) , del cual el 2.2% corresponde a deuda de pensiones.