Casi siempre los detonantes de esta enfermedad están vinculados con alérgenos como el moho, polen y ácaros de animales. Elementos irritantes como el humo del cigarrillo, contaminación del aire, clima frío o cambios bruscos de temperatura. Asimismo, gripes y resfríos comunes mal cuidados.
De acuerdo con José Castro Rodríguez, neumólogo pediatra, el tratamiento infantil para el asma requiere de un trabajo en equipo entre padres y médicos. Por ejemplo, el galeno debe controlar la enfermedad mediante un plan de monitoreo de síntomas y medicamentos, mientras que los progenitores son responsables de administrar el tratamiento y asistir al niño o niña cuando se presenten episodios. Cabe resaltar que el Colegio Americano de Médicos de Emergencia (ACEP) recomienda desarrollar un plan de control, con el objetivo de enfrentar anticipadamente los riesgos que se presentarán, en especial cuando llega la temporada de lluvia y la época fría.
Desencadenantes del asma
La exposición a varios irritantes y a sustancias que desencadenan alergias (alérgenos) puede provocar signos y síntomas de asma. Sin embargo, varían de una persona a otra y pueden comprender los siguientes:
- Infecciones respiratorias, como un resfriado.
- Aire frío.
- Contaminantes del aire e irritantes, como el humo.
- Ciertos medicamentos, como betabloqueantes, ibuprofeno y naproxeno.
- Emociones fuertes y estrés.
- Sulfitos y conservantes añadidos a algunos tipos de alimentos y bebidas, entre ellos, camarones, frutas deshidratadas y papas procesadas.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico, un trastorno en el que los ácidos estomacales se acumulan en la garganta.
- Tener un pariente consanguíneo (como padre o hermano) con asma.
- Tener una afección alérgica, como dermatitis atópica o rinitis alérgica (fiebre del heno).
- Ser un niño con sobrepeso.
Cuando una crisis se presenta
Por más que exista un tratamiento de monitoreo y control, no siempre se puede impedir que surjan ataques de asma. Se recomienda a los padres elaborar, con ayuda del pediatra, un plan de acción que contenga instrucciones de cómo enfrentar situaciones que podrían poner en riesgo la vida de los menores. Eso requiere de ejecución inmediata donde se logre brindar medicación de rescate o acudir al médico e incluso a una sala de emergencias.
Es importante seguir las siguientes recomendaciones mientras el infante recibe atención médica:
- Permanecer con tranquilidad para no provocar más ansiedad en los niños.
- Si el médico ha recetado un medicamento dilatador de bronquios para la crisis de asma, comience a darle el tratamiento según las instrucciones.
- Vigile que el niño no se agite y que esté sentado para lograr respirar bien. Cuéntele o lea un cuento, o bien realice con él alguna actividad pasiva para distraerlo.
- Manténgalo en un ambiente sin humo ni olores fuertes y evite dejarlo en contacto con alguna sustancia que le pueda causar alergia, como el polvo, los juguetes de peluche e incluso ropa de cama que haya sido lavada con detergente muy aromático.
- No lo deje solo y obsérvelo todo el tiempo para saber cómo se va desarrollando el ataque.
- Pídale instrucciones al médico por escrito con un plan personalizado para la prevención y control del asma de su hijo, y pregúntale: ¿Cuál es la causa de la enfermedad?, ¿Qué puede hacer para evitarle un ataque de asma?, ¿Qué medicina le recomienda para prevenir una crisis?, ¿Qué fármaco recomienda cuando el infante tenga un ataque? y ¿Cómo y cuándo le tiene que dar las medicinas?
Atienda las recomendaciones
- Jamás exponga a un niño con asma al humo del cigarrillo porque las partículas del tabaco provocan de inmediato crisis más severas.
- Es necesario promoverles un peso ideal de acuerdo con su edad y estatura.
- Limite en casa peluches y alfombras.
- Evite el uso de desinfectantes para pisos, porque a los pacientes de asma les resulta contraproducente para sus bronquios.
- Cubra las camas con fundas a prueba de alergias, para reducir la exposición a los ácaros del polvo.
- Quite las alfombras y aspire regularmente.
- Use sólo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar.
Los mitos sobre el asma
- Mito: los niños con asma no pueden llevar vidas normales y físicamente activas.
- Realidad: siempre que usen correctamente los medicamentos controladores que previenen ataques de asma, además el ejercicio es altamente recomendado para fortalecer los músculos respiratorios de los niños y niñas.
- Mito: los más pequeños son más vulnerables en comparación con aquellos ya pasan los diez años.
- Realidad: los mayores -entre 11 y 17 años- tienen mayor tasa de incidencia de muertes por asma, lo cual implica que la vigilancia permanente de dicha enfermedad es impresindible para su control.
- Mito: la reaparición de resfriados constantes es sinónimo de alergias.
- Realidad: cuando un niño sufre al año más de cuatro estadios de infección respiratoria es momento de verificar si tiene asma porque esos son signos del diagnóstico.
- Mito: Cuando los padres no pueden heredar la enfermedad a los hijos.
- Realidad: si los progenitores sufren de enfermedades respiratorias es mejor consultar al médico para ofrecer un tratamiento preventivo o de control para los hijos.
Ojo, cuando es una emergencia
- Niño con dificultades para respirar.
- Se cansa para hablar.
- Se marcan sus costillas cuando respira.
- Inhala cada 10 minutos mientras camina un tramo largo.
Fuente: José A. Castro-Rodríguez, Neumólogo Pediatra, jcastro_rodriguez@sanofi.com. XVII Congreso Nacional de Neumología y Cirugía de Tórax. Asma, su cura natural, Editorial Mexicanos nidos. Asma, guía de tratamiento, Editorial PDR. ASMA, Clínica Mayo.
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