La congresista Michelle Lujan Grisham, presidenta del bloque de legisladores latinos demócratas, aseveró en un comunicado que esa posible medida “cuestiona los derechos humanos básicos y la autoridad moral de nuestro país en el mundo”.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, indicó la víspera que las acciones formarían parte de un esfuerzo por desalentar a las familias de realizar la peligrosa travesía a través de México hacia la frontera con Estados Unidos.
La vicepresidenta del National Council of La Raza, Clarissa Martínez, dijo que la propuesta no tiene sentido debido a los costos que representan las detenciones indefinidas y porque va en contra de los valores familiares.
Martínez aseguró en conferencia que el gobierno de Donald Trump enfrentaría demandas legales si llegara a adoptar tal política pero advirtió que “a la administración poco le importa si las medidas son ilegales. Lo que buscan es causar confusión y miedo para así imponer políticas públicas que nunca habríamos aceptado en otras circunstancias”.
Ola de capturas
Decenas de miles de familias que huyen de la violencia y la pobreza, en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, han sido detenidas en los últimos años al cruzar la frontera ilegalmente. Por lo general las familias son detenidas unos cuantos días o semanas antes de ser liberadas en Estados Unidos a la espera de que un juez decida su futuro.
La asesora legislativa de American Civil Liberties Union, Joanne Lin, indicó que “es claro que Kelly sopesa esto porque lo ve como un arma disuasiva, pero si quieres evitar un granero en llamas vas a tener que saltar del granero”.
En tanto, la vicepresidenta de Leadership Conference on Civil and Human Rights Ellen Buchman advirtió de que “no nos sentaremos a ver cómo las comunidades quedan divididas por estas políticas”.
La modalidad detallada por Kelly forma parte de una política migratoria que ha generado temor en la comunidad inmigrante y que incluye la intensificación de las deportaciones y la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México.
Trump firmó un decreto que prohíbe la emisión de nuevas visas para personas de seis naciones de mayoría musulmana y cierra de manera temporal el programa de refugiados en Estados Unidos.
Preocupación
El gobierno de México expresó a Washington su “grave preocupación” ante la posibilidad de que las autoridades estadounidenses separen a niños de sus padres indocumentados cuando sean sorprendidos tratando de entrar clandestinamente a Estados Unidos, informó este martes el canciller mexicano.
De concretizarse la iniciativa, “muchísimas familias” sufrirían un “daño irreversible”, dijo el canciller Luis Videgaray, durante una conferencia de prensa que ofreció tras reunirse con miembros del Senado.
“Hemos de inmediato hecho saber al Departamento de Seguridad Interior nuestra grave preocupación porque esto así ocurra (…) y esperamos que la opinión del gobierno mexicano incida en la decisión que finalmente se tome por parte del gobierno de Estados Unidos ante esta posibilidad que ha sido anunciada de manera preocupante”, subrayó.