Carlos Solórzano, presidente relator, comentó que en el último informe, del 12 de diciembre pasado, presentaron 13 recomendaciones, de las cuales algunas se cumplieron a medias.
Señaló que en la SBS y el Hogar Seguro no fueron atendidas principalmente las recomendaciones relacionadas con seguridad y control del lugar. Refirió que en la primera visita encontraron que había 64 cámaras, pero solo tres funcionaban, y luego de la recomendación servían 50, pero el miércoles recién pasado funcionaban 40.
En ese documento se recomendó a las instituciones atender las necesidades básicas de los menores, como contratar personal adecuado y capacitado para tratarlos en cuanto a seguridad; mejorar la infraestructura, como ampliar dormitorios o remozar los sanitarios y duchas, y también contratar personal médico. Además se les sugirió que se coordinaran con el centro de salud más cercano los procesos de purificación del agua proveniente del pozo.
Durante el incendio ocurrido el miércoles recién pasado, los padres de varios menores que se encontraban en el Hogar Seguro afirmaron que en reiteradas ocasiones se habían quejado con los jueces de los abusos que se cometen en el albergue, pero nunca fueron escuchados.
Denuncias de las víctimas
La madre de Kimberly Yajaira, de 18 años, una exinterna del hogar, señaló que esta fue violada en el albergue y quedó embarazada. Sin embargo, durante una trifulca la golpearon y perdió a uno de los gemelos que esperaba.
La madre de la adolescente, quien no se identificó, comentó que su hija está ahora fuera del hogar, pero su nieto quedó a cargo de las autoridades. Ambas buscan que se lo entreguen, ya que temen que sea víctima de abusos.
“Durante seis años estuve en varios hogares. En la mayoría nos golpeaban y nos trataban mal, pero reconozco que hubo uno donde me dieron amor”, recuerda Blanca Lidia Iboy, exinterna de hogar de protección.
“Nos inyectaban algo para dormirnos, nos quitaban la ropa y nos dejaban desnudas en el patio. Con nosotros hacían negocios”, lamentó María Marroquín, exinterna.
“La comida no era mala, pero el problema era que no había suficientes monitoras para cuidarnos, y era ahí cuando se armaban las revueltas”, denunció Susana Morales, exinterna del Hogar Seguro.
Sugerencias de comisión
Entre las 13 recomendaciones presentadas se pedía investigar la conducta de los menores provenientes de refugios privados para adolescentes en conflicto con la ley penal.
- Coordinar la construcción de más dormitorios, con su respectivo mobiliario, para evitar el hacinamiento.
- Contratación de personal profesional bilingüe de los idiomas que predominan entre los menores, así como un psiquiatra.
- Remozar los servicios sanitarios y duchas. Mejorar la iluminación y ventilación de los dormitorios. Prestarle atención a las enfermedades dermatológicas y a la higiene personal.
- Contratar personal de seguridad para el interior de las instalaciones, a fin de evitar motines o disturbios que desencadenaran en fugas, luego de capacitarlos sobre trato a menores.
- Coordinar con los juzgados de menores para que no envíen a jóvenes en conflicto con la ley.