En ese sentido, Tuyuc, cuyo padre y marido fueron asesinados en la década de los 80 a manos del Ejército, recordó que las tres tienen “esa responsabilidad de promover la cultura de la paz, frente a la del terror y la violencia”.
La líder maya, de 56 años, aseguró que pese a que hoy en día los hombres aún tienen la primacía en las estructuras de poder, el progreso de la mujer se concreta cada vez más y es palpable con el rol que tienen por ejemplo “muchas mujeres jefas de Estado, que han hecho una labor importante de transparencia y de cambios”.
El jurado de la fundación budista Niwano, que escogió a Tuyuc entre 700 nominaciones de 125 países, destacó la importancia de su labor pacifista y en pro de conservar las tradiciones, la cultura y los valores espirituales de su etnia, Kackchiqel.
En ese sentido la guatemalteca lamentó la primacía de una sociedad “materialista, que ha dejado de ser sensible al dolor y a las dificultades que atraviesa”, y subrayó la importancia de las contribuciones de la cosmovisión maya, que sin chocar con otras creencias busca “hacernos más humanos, naturales y espirituales”.
Tuyuc indicó que su intención es destinar los 250.000 dólares del premio a proyectos para conservar la artesanía hecha por mujeres indígenas de su país, como la confección de huipiles (vestido típico de algodón) “que existen solo en la mente y en la práctica” y se han transmitido oralmente “durante miles de años” .