En esa fecha, la Procuraduría de los Derechos Humanos solicitó la presencia de un juez en el lugar, derivado de un amotinamiento.
Murillo no ingresó al Hogar pese a haberse presentado en horas de la noche, por lo cual no verificó el estado de los internos. En un informe argumentó que la Policía y guardias del lugar no la dejaron pasar.
Se excusó de realizar la acción, que en la Constitución se explica como una garantía legal para evitar que las personas que
se encuentran bajo el control de autoridades o instituciones públicas sean sometidas a vejámenes.
La mañana siguiente ocurrió el incendio.
El 29 de marzo debe presentar su descargo.