Las creencias marcan nuestras biografías, y algunas de ellas nos ayudan a consolidar una vida sana y fructífera, pero otras nos mantienen en la nebulosa galería de la arrogancia, gracias a lo poco que sabemos del mundo y en especial de nosotros mismos.

Si estamos de acuerdo en que el ser humano puede dejar de hacer cualquier cosa, excepto pensar, coincidimos que la crisis de la que algunos hablan y debaten, no es de dinero, es de pensamientos, y que desde esa fuente todo ser humano construye o aniquila las oportunidades que las circunstancias establecen.

Comencemos con la primera F. Cuántos de nosotros estamos fastidiados con lo que estudiamos, donde trabajamos, con aquellos que llamamos amigos, con quien vivimos, con nuestro cuerpo, con el sistema de vida que llevamos, etc. Lamentablemente no hacemos mucho para comprender que todo tiene una causa, pero que mientras no la encontremos estaremos sujeto a sus efectos.

En algunas empresas los fastidiados pasan parte de su vida controlando los colaboradores y no han comprendido que lo que debemos controlar hoy son los resultados, que a las personas las ayudamos a crecer, quien vive en esta circunstancia tiene activo su cerebro reptil. Allí alberga miedo, por ello vive con la segunda F, la de la fatiga. Vivir en miedo produce cansancio.

Cuando usted, apreciado lector, se fatiga, no puede pensar, su energía está dedicada a otros deberes, y los pocos momentos de alegría o placer que tiene los acredita a la suerte, sin entender que ese nombre lo da a eventos o leyes que no conoce aún, pero que para usted son transitorios, perdiendo la posibilidad de vivir en excelencia, si entiende que la vida no son acciones sueltas, son hábitos sistemáticos.

De continuar con el ciclo, usted puede ingresar a la tercera F, la de frustración, que representan la imposibilidad de satisfacer necesidades y/o deseos. Y aquí debemos preguntarnos ¿Vale la pena llevar una vida en esas condiciones? En algunas ocasiones resultamos culpando a los otros o a las circunstancias, pero recuerde que si usted corrige la primera F, del fastidio, no llegará a este momento.

De no hacerlo se encontrará con la F más fea del ciclo, la del fracaso, y salir de allí es un poco más difícil, en esa instancia usted se ve en la orilla contraria a todo lo bueno, positivo y exitoso; se generan vaivenes emocionales, que pueden conducir incluso a tragedias, ante la incapacidad de sostener una vida sin resultados.

No haga, no viva, no circunde todo aquello que le fastidia, busque hacer y vivir con lo que lo apasiona, eso permite que las neuronas se exciten y transmitan información placentera a todo su sistema vital, pequeño detalle, gran conocimiento, es una forma de renunciar al fracaso. Hasta la próxima