Horas después fue asesinado un monitor, el primero de la jornada de tensión. La Policía Nacional Civil (PNC) llegó a las afueras del centro sin poder ingresar, ya que las puertas habían sido cerradas por dentro.
Además, los pandilleros amenazaban la vida de los monitores que seguían de rehenes si no eran atendidos por una jueza, autoridades de la Secretaría de Bienestar Social y fiscales del Ministerio Público (MP).
Al final de la tarde, los disturbios se agravaron cuando los internos causaron un incendio, treparon al techo del centro y mataron a otro monitor.
Monitor clama por su vida
Durante las primeras horas del domingo fue entregado un monitor, pero en estado de gravedad por numerosas heridas de arma blanca.
Rescate
Luego de casi 30 horas de haber iniciado el motín, las fuerzas de seguridad ingresaron al centro la tarde del lunes y rescataron a los monitores que permanecían como rehenes. Dos de ellos murieron en el Hospital General San Juan de Dios.
El director de ese centro asistencial, Juan Antonio Villeda, informó que dos de los monitores heridos se encontraban en estado delicado. “El riesgo es extremadamente alto, ambos tienen heridas potencialmente mortales”, dijo en ese momento.
Villeda añadió que los monitores que fallecieron tenían heridas en el cráneo, aparentemente causadas con un verduguillo.
El ministro de Gobernación, Francisco Rivas, quien llegó al centro ubicado en San José Pinula, dijo que los cuatro fueron rescatados con vida. “Fue un operativo exitoso. No hay ningún muerto”, se anticipó a decir a periodistas.
Rivas dijo que el operativo cumplió con las leyes, la Constitución y el respeto a los derechos humanos. Los bomberos no reportaron más traslados de personas heridas.
En la operación se escucharon detonaciones de bala. Había policías trepados en el techo como parte de la planificación de rescate.
El presidente Jimmy Morales confirmó en su cuenta de Twitter la liberación de los monitores.
Gracias a Dios y a la oportuna y eficiente acción de nuestra @PNCdeGuatemala se ha logrado rescatar con vida a los 4 monitores retenidos.
— Jimmy Morales (@jimmymoralesgt) March 20, 2017
Horas después del operativo, se desató una oleada de ataques contra la PNC que dejó tres agentes muertos y ocho heridos.
Diálogo fracasó
Nery Ramos, director de la PNC, aseveró en conferencia de prensa que hubo diálogo con los internos, pero cuando se agotó hubo que proceder con la operación táctica.
Participaron 45 expertos de la PNC en este tipo de operativos. “Se usaron todas las técnicas tácticas de fuerzas especiales, comando antisecuestros, explosivistas y un grupo de acción rápida”, agregó.
Ante el cuestionamiento de po rqué los internos tenían armas punzocortantes, Ramos argumentó que la PNC no puede hacer requisas en Etapa 2 porque el centro está bajo administración de la Secretaría de Bienestar Social (SBS).
El ministro de Gobernación, Francisco Rivas, indicó que la SBS también debe hacer la investigación interna para deducir responsabilidades por la muerte de los monitores.
Luego de retomar el control en el centro, las fuerzas de seguridad trasladaron en buses a Torre de Tribunales a 45 internos que participaron en el motín y toma de rehenes.
Los monitores rescatados fueron:
- Aroldo Muñoz Torres
- Catalino Román Gómez
- Jorge Cuc Chub
- Danny Gudiel Alexander
Querían privilegios
Los internos del Centro Juvenil de Privación de Libertad Etapa 2 exigían el traslado de unos 200 adolescentes y jóvenes, presuntos integrantes de la pandilla Barrio 18, que están detenidos en el Centro Juvenil de Detención Provisional (Cejudep), también conocido como Gaviotas.
Las autoridades se han negado a esa petición porque a Etapa 2 solo llegan quienes ya fueron sancionados, sin embargo, los inconformes insistían en que se cumpliera su demanda para liberar a los reos.
Además, habían pedido mejorar en la calidad de la comida, más visitas y otras privilegios. La Secretaría de Bienestar Social no respondió a esas peticiones.
Durante la mañana, por una pequeña ventana con barrotes, los internos le permitieron hablar al monitor Aroldo Muñoz, quien pidió a los mandos que atiendan las peticiones, porque su vida está en peligro.
Los internos amenazaron con matar a otro monitor, e incluso quemarlo, para presionar a las autoridades.
De acuerdo con la Policía Nacional Civil (PNC), son unos 65 detenidos los que causaban el motín, de ellos la mayoría mayores de edad.
Además, unos 125 del denominado grupo “paisas”, -que no pertenecen a pandillas-, no participaron en la revuelta.
Al lugar llegó la jueza Verónica Galicia y la madre de uno de los internos que dirige el motín, para mediar y controlar el disturbio.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), el primero de los monitores asesinados, Danny Gudiel Alexander Xitumul Coloch, de 25 años, murió por trauma craneoencefálico. La segunda víctima es Leónidas Picón Ramírez, 25.