Tres horas después de tomar el control de Etapa 2, la policía comenzó a ser copada por grupos pandilleros que con fusiles accionaron en contra de agentes. El denominador común fue tomar por sorpresa a agentes que patrullaban áreas periféricas de la capital y Quetzaltenango.
La PNC atribuye los ataques a integrantes del grupo Barrio 18, quienes se amotinaron en Etapa 2. La reacción policial permitió la incautación de un arsenal de alto poder con el que los supuestos pandilleros intentaban atacar a las fuerzas de seguridad.
Armas incautadas:
- Un lanza granadas y cinco granadas útiles.
- Cinco fusiles de asalto de distinto calibre, con varias municiones útiles.
- Cuatro pistolas calibre 9 milímetros, con municiones útiles.
- Dos chalecos antibalas.
Vehículos decomisados:
- Un bus
- Dos vehículos
- Una motocicleta.
A las 19 horas, en Villalobos 1 se registró el primer ataque y en un lapso de cinco horas se registraron cinco ataques más. Aunque las fuerzas de seguridad reaccionaron y lograron apresar a 13 personas, tres policías murieron.
El director de la PNC, Nery Ramos, reconoció que los ataques a la institución fueron provocados por el resultado de las investigaciones realizadas por la institución en contra de estructuras de pandillas.
Agregó: “Ese es el riesgo y lo sabemos. La violencia de estos grupos criminales operan en el espacio público, pero que seguiremos combatiendo con la fuerza que la ley permite”.
Ramos informó que la PNC se mantiene en alerta máxima en todas sus comisarías y sedes policiales, de manera que esto les permita reaccionar oportunamente ante nuevos ataques.