El nuevo test de misiles se produce en plena escalada de tensión en la península coreana a raíz de la última prueba armamentística del régimen que lidera Kim Jong-un del pasado 6 de marzo, en la que se dispararon cuatro misiles de medio alcance a aguas japonesas.
Fuentes del Ejecutivo japonés adelantaron que el nuevo lanzamiento aparentemente fallido se produjo sobre las 7 horas, según la agencia Kyodo.
El ministro portavoz de Japón, Yoshihide Suga, se limitó a decir que el Gobierno de su país “no tiene información sobre que un misil se haya acercado a territorio nipón” y, en rueda de prensa, negó que se haya producido amenaza alguna contra la seguridad nacional.
Japón “mantiene su coordinación con Estados Unidos y Corea del Sur” y “vigila en todo momento a Corea del Norte para poder estar listo ante cualquier situación”, añadió el portavoz.
El lanzamiento norcoreano de principios de mes pretendía ser una respuesta a las maniobras militares anuales que Seúl y Washington realizan estos días en suelo surcoreano, y que Pyongyang considera otra provocación y un ensayo para invadir su territorio.
Las maniobras cuentan este año con el mayor despliegue de activos habido hasta la fecha.